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El Frankestein moderno, con licencia para matar

No tengo claridad en si la analogía es correcta o no, pero me asiste la necesidad de expresar de alguna manera tanta maldad e indiferencia con respecto a la situación de miles de seres humanos que por muchas décadas han visto destruidas sus vidas por una creación del mundo Occidental, más específicamente, por Estados Unidos.

La creación del Estado de Israel en el histórico territorio de Palestina no tiene justificaciones históricas, ni reclamaciones territoriales ancestrales, más allá de las estipuladas por “sus libros sagrados” y que, con beneplácito de potencias con intereses geopolíticos particulares, han buscado instalar, como una verdad innegable.

La subdivisión de Palestina es una realidad, aparece así descrita en todos los documentos oficiales de la época. Para crear a Israel, se subdividió Palestina, en la segunda mitad de la década de 1940. Recordemos además que fueron otros territorios los que se discutieron para crear este nuevo Estado, lo que denota, una vez más, la escasa validez de las demandas religiosas.

Quien creación del Estado de Israel ha llevado odio y destrucción a un lugar del planeta que adquiría una relevancia geopolítica y en donde el mundo Occidental no tenía posibilidades reales de disponer rápidamente de un aliado. El doctor Frankenstein buscó instalar un Estado, con la lógica Occidental, que permitiera que la difusión de los valores de la democracia Occidental permease en dichas sociedades y terminó creando un Estado que ha provocado permanentemente muerte, destrucción y dolor, que ha subvertido todos los valores que entrañan un sistema democrático. A diferencia de la ficción de Mary Shelley, aquí parece no haber remordimiento de su creador, por el contrario, le dio la vida y lo ha protegido para que pueda realizar impunemente los actos de peor barbarie de los que tiene conciencia la humanidad, le ha otorgado la licencia que Ian Fleming le dio a James Bond. 

Hace algunos días el presidente de Chile, Gabriel Boric, en las reuniones realizadas en la ONU, llamó a terminar con el veto absoluto de los integrantes del Consejo de Seguridad de dicho organismo. Elemento altamente debatido al crearse la ONU y que, tal como lo adelantaron referentes democráticos de aquella época, ha servido para generar impunidad en delitos de lesa humanidad, tal como las cerca de 40 veces en que Estados Unidos a protegido a Israel al respecto y que hoy lo tienen desarrollando actos de injusticia que nadie en su sano juicio podría justificar.

Los niveles de inhumanidad a los que ha llegado el Estado de Israel se pueden demostrar en casos concretos y que han aparecido de manera muy secundaria en la prensa y sin la visibilización que eleva a los medios de comunicación a cómplices pasivos de estas barbaries.

1.- En el año 2004, surgió en Estados Unidos el “Pew Research Center”, un centro de investigaciones, con sede en Washington D. C. que brinda información sobre problemáticas, actitudes y tendencias que caracterizan a los Estados Unidos y el mundo, tal como lo describe la página de Wikipedia. En una publicación de marzo de este año explicita que más de un tercio de los judíos israelíes cree que la respuesta del gobierno sionista de Israel no ha sido lo suficientemente fuerte y, si incorporamos la cifra anterior, un 73% de la población cree que ha sido la adecuada. Me recuerda al mundo nazi, en que las experiencias de barbarie se elevaron a un nivel de nueva moralidad, que quiero decir, que no es que fueran inmorales, crearon una nueva moralidad que terminó justificando lo injustificable.

2.- “Si me dieras un botón para borrar Gaza; si cada ser viviente de Gaza ya no estaría vivo mañana, lo presionaría en un segundo. Lo presionaría ahora mismo, dame ese botón. Y creo que la mayoría de los israelíes lo haría.” Es la transcripción literal de parte de la conversación entre dos famosos youtubers israelíes y reproducida en el podcast “Two Nice Jewish Boys”. Hasta el momento no he leído una expresión contraria a estos dichos de altas autoridades israelíes.

3.- El ultraderechista Amichai Eliyahu, ministro israelí de Patrimonio llegó a asegurar que el lanzamiento de una bomba atómica contra la Franja de Gaza podía ser una de las “posibilidades” de la guerra. Si bien sus declaraciones llegaron al gobierno de Netanyahu a desautorizarlo, es impresentable que una alta autoridad de gobierno se exprese en dichos términos y algo de ello debe haberse discutido en pasillos del poder. No hace falta que recuerde lo que ha significado para la humanidad las experiencias en Hiroshima y Nagasaki, además de tener en consideración el reducido territorio Palestino en la Franja de Gaza.

3.- Más allá de las recriminaciones realizadas por el gobierno a su ministro de Patrimonio, los bombardeos de lo que ha sido objeto la Franja de Gaza no distan mucho del poder de destrucción de una bomba atómica. Datos entregados por Amnistía Internacional en septiembre de este año explicitan una realidad que no puede seguirse escondiendo: “La implacable campaña de devastación en Gaza es una destrucción arbitraria. Nuestra investigación muestra que las fuerzas israelíes han arrasado edificios residenciales, obligado a miles de familias a dejar su hogar, y convertido sus tierras en inhabitables”, es la expresión de Erika Guevara Rozas, directora general de Investigación, Incidencia, Política y Campañas de Amnistía Internacional. Incluso, más adelante agrega: “Nuestro análisis revela una constante a lo largo del perímetro oriental de Gaza que concuerda con la destrucción sistemática de un área completa.”

4.- La escalada de destrucción aumenta y parece no tener límites, donde Israel crea que tiene enemigos está dispuesto a hacer lo impensado para perseguirlos, sin importar las consecuencias, como si sintiera que, al estilo del personaje de Ian Fleming, tuviera licencia para matar. El siguiente es un relato que pueden encontrar en la página de France24.com, con relación a lo acaecido en el Líbano hace unas semanas: “Era un martes por la tarde en una tienda de Beirut. En la sección de verduras, un hombre con gorra parecía estar comprando, al igual que otros que estaban cerca. Entonces, ocurrió una explosión.

El hombre cayó al suelo y la gente empezó a correr en todas direcciones. La escena se repitió en otro lugar del Líbano: un pequeño aparato portátil colocado junto a la caja registradora de una tienda de comestibles explotó de repente. El propietario del aparato fue alcanzado por el impacto. Las cajeras huyeron.

Estas y otras imágenes del sistema de videovigilancia publicadas en las redes sociales demuestran lo que ocurrió en el Líbano el martes y el miércoles. Para este jueves 19 de septiembre, estos ataques atribuidos a Israel han causado más de 30 muertos y 3.500 heridos, según el Ministerio de Sanidad libanés.”

Lo anterior adquiere un nivel de desquiciamiento, ya que se arroga el derecho a atacar en otro país, matando a civiles indefensos, persiguiendo a enemigos de Israel y con implementos que convirtieron en armas letales, específicamente los beepers, situación que está totalmente reñida con el derecho internacional que impide que se usen como armas elementos de uso cotidiano. A pesar de ello, una pequeña revisión en la prensa internacional se refiere más bien a la planificación original del ataque, le han llamado incluso el “Caballo de Troya del Líbano”, que a las violaciones del derecho internacional que ello conlleva.

6.- Hay muchos casos más que se pueden enumerar en este listado tales como el llamado de Netanyahu a cumplir la profecía de Amalec  ahora en Gaza, que implicaba, según relato religioso, al aniquilamiento total de los amalecitas por los israelíes con beneplácito divino; o el llamado del rabino Eliyahu Mali a matar, después del 7 de octubre, a los niños palestinos en Gaza, que hoy superan los 18 mil asesinatos; e incluso el llamado a escribir dedicatorias en las bombas arrojadas a territorio palestino y que luego suelen ser retratadas en fotos y vídeos.  Esta nueva moralidad, al estilo nazi como lo he explicitado más arriba, llega a niveles que resultan ser escalofriantes, la televisión española nos ha mostrado una noticia sobre el “Crucero por Gaza, en donde un sufrimiento desgarrador, algunos ciudadanos judíos han convertido en entretenimiento, y disfrute, como si se tratara de un espectáculo, se embarcan  en cruceros organizados para ver desde la costa el aniquilamiento de un pueblo, una Gaza arrasada, que ya se ven ocupando y van planeando donde levantar nuevos asentamientos”, son exactamente las palabras introductorias a la noticia pronunciada por la periodista española antes de mostrar las imágenes que confirman lo explicitado.

El mundo Occidental ha creado un Frankenstein que parece no tener límites y llevar a la humanidad a condiciones de moralidad deplorables sin el menor cuestionamiento humanitario, el Frankenstein que es protegido por su creador y actúa con total impunidad, con licencia para matar. ¿Existe alguna posibilidad de ponerle límites?