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Luces, cámaras y acción

Es difícil imaginar que tantas escenas sexuales que se ven en el cine o en la televisión sean simuladas. La magia ocurre gracias al trabajo de las coordinadoras de intimidad, quienes se encargan de utilizar algunos trucos para que estas “escenas calientes” parezcan lo más reales posible.

En rodajes como en la trilogía de 50 sombras de Grey, por lo general se necesitan expertos que supervisan cada detalle y en el caso de las escenas de sexo, están los coordinadores de intimidad, cuya función es crear un entorno de trabajo seguro en el set para los actores y actrices cuando deben hacer desnudos, sexo simulado y otros tipos de contenido íntimo. También ayudan a dirigir para tener una visión más creativa de la escena.

En 1933, ‘Éxtasis’, del cineasta checo Gustav Machantý, fue el primer drama romántico en el que solo se observa la cara de la protagonista mientras tiene sexo, en ese momento ya era demasiado explicita y fue la primera película vetada por el Servicio Aduanero de Estados Unidos, por su contenido obsceno.

En adelante, para grabar escenas intimas en cine y televisión (fuera de porno), se crearon ciertos protocolos o reglas en el set:

Los genitales de los actores y actrices deben estar cubiertos por ropa interior especial, prótesis, pelucas.  De esta manera, se cubre al máximo y se protege al intérprete en la escena.

La tendencia es monitorear la escena, la cual se ha implementado de un tiempo hacia acá en todos los sets gracias al movimiento Me Too (Campaña de las trabajadoras de Hollywood para denunciar casos de abuso sexual).

La creación del coordinador de intimidad, es una iniciativa del Sindicato de Actores estadounidense, cuya intención es la de combatir y evitar el acoso sexual en el gremio.

“Estos protocolos y directrices ayudarán a normalizar el uso de coordinadores de intimidad en las producciones, garantizando así la seguridad de los miembros del SAG mientras trabajan”, explica la presidenta del sindicato, Gabrielle Carteris.

El día del rodaje de las secuencias de contenido intimo se realiza un protocolo de set cerrado, del que se encargan los coordinadores de intimidad. Solo se cita al equipo necesario que son entre 10 a 15 personas.

En el cine no todo es color rosa aunque sea ficción y algunas actrices han tenido malas experiencias como Maria Schneider en el rodaje de la película ‘El último tango en París’, en 1972, con su coestrella Marlon Brando. La actriz tenía 19 años y fue abusada brutalmente por el actor.

Brando y Bernardo Bertolucci, el director, planearon esa mañana usar un trozo de mantequilla como lubricante para la escena, acto que no estaba escrito en el guión y del cual la actriz no estaba enterada. Por supuesto que este hecho marcó la vida de Schneider hasta su muerte, sin que se hiciera justicia al respecto.

Los testimonios de muchos actores y actrices revelan cómo en ocasiones se les privó de seguridad y consentimiento por parte de directores, productores, equipo técnico o bien sus propios colegas.

En la actualidad los equipos de rodaje requieren el asesoramiento del coordinador de intimidad, quienes además de ser un apoyo para que los movimientos de los actores en las escenas mejoren su “credibilidad”.

También velan por la salud mental de los artistas que, constantemente, están expuestos a situaciones que a pesar de estar pautadas, pueden jugar con sus emociones.

La británica Ita O’Brien fue una de las primeras coordinadoras de movimiento o intimidad en el medio y ha defendido la importancia de la salud mental en los sets de grabación. En su libro, ‘Pautas de la intimidad en el set’, establece algunos parámetros para armar escenas de connotación íntima y sexual.

Tábata Cerezo, Lucía Delgado y Rebeca Medina son tres profesionales españolas con experiencia previa como actrices que se unieron y fundaron IntimaAct, una empresa en la que han trabajado en más de 30 producciones como coordinadoras de intimidad.

Su función va mucho más allá de coreografiar y supervisar las escenas de sexo. En grandes producciones, están presentes en la etapa de preproducción, rodaje e incluso en la post producción.

Durante los ensayos, las coordinadoras de intimidad no solo llevan a cabo las coreografías planteadas, sino que hacen seguimiento del consentimiento establecido por los actores y actrices y facilitan la resolución de cualquier malentendido entre los artistas y la producción.

Al respecto Cerezo afirma: “A veces se graban más cosas de las que están pactadas y es en el montaje en el que tenemos que asegurarnos de que lo comentado previamente se respeta”.

Sin embargo, hay algunos directores que no están de acuerdo con su trabajo porque piensan que limitan sus ideas de lo que ellos tienen pensado para el rodaje de las escenas intimas.

Medina comenta al respecto: “Nuestro trabajo no consiste en decir lo que está o no permitido, ni censurar o reducir el grado de desnudez o de contenido sexual que aparece en pantalla. No somos guardianas, ni vigilantes, ni policías del sexo”.

Y aunque se cree que esta coordinación fue creada para las actrices, los actores también la requieren como lo explica Tábata Cerezo: “Los actores masculinos también necesitan la asistencia de una coordinadora de intimidad, porque estas escenas ponen en un lugar muy vulnerable a todos los intérpretes, más allá de su identidad de género”.

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