En el marco de la iniciativa de la “ley brazos vacíos”, que busca mejorar la calidad de la atención en salud, desde la perspectiva de la humanización, dignidad y cuidado integral con énfasis en la salud mental de las mujeres, personas gestantes y familias que afrontan duelo perinatal por la pérdida gestacional o neonatal, en las instituciones de salud del país, seguimos comprometidos desde el Congreso de la República para lograr que en Colombia exista un lineamiento técnico para la atención integral del duelo perinatal.

Pese a los altos índices de mortalidad perinatal, actualmente en Colombia no existe foco en el proceso de duelo que se genera como consecuencia de la pérdida asociada a dicha muerte, razón que ha conllevado a que se invisibilice dicha realidad, no se brinde un trato adecuado a quienes lo afrontan y no se propenda por desarrollar capacidades en el personal de salud a cargo de brindar la atención en salud en dichos casos.

Ante dicha situación, legislativamente, nuestro propósito va enfocado a lograr que el ente rector de la política pública en salud, el Ministerio de Salud y Protección Social, expida un lineamiento técnico que sea un estándar para todos los actores del sistema a cargo la atención materno perinatal y neonatal y de salud mental, y que posterior a su expedición, que dicho Ministerio efectúe el seguimiento a su implementación, contando para ello con el apoyo vital de las Secretarías de Salud distritales, municipales y departamentales, quienes actuarán como entidades garantes de esta atención integral de calidad a la mujer, la persona gestante y las familias que afrontan la pérdida de sus hijos/as durante la gestación, el parto o dentro de los primeros 28 días de vida tras el nacimiento, y se ven impactados por dicho acontecimiento.

De esta manera, queremos reiterarles especialmente a las mujeres han afrontado esta dolorosa situación y a toda la ciudadanía, que, desde el Senado de la República y la Cámara de Representantes, respectivamente, estamos comprometidos en garantizar que se les proporcione el acompañamiento oportuno, idóneo y necesario para que puedan transitar por este proceso hacia la recuperación, contando con un sistema de salud que las acompaña de manera compasiva, respetuosa y en donde prevalezca su estabilidad física, emocional y psicológica.

A su vez, nuestro objetivo va alineado también con la necesidad de darles herramientas a los profesionales de la salud que tienen la enorme responsabilidad de atender a quienes afrontan estos eventos dolorosos, y promover con esta ley la formación continua del talento humano en salud, que en estos casos también se ve impactado y necesita contar con habilidades y conocimientos especializados para responder de manera asertiva, compasiva y con base en la evidencia, en este tipo de duelo que es distinto a cualquier otro por cuanto se juntan en un solo momento la muerte y el nacimiento, la bienvenida y el adiós.

En tal aspecto, venimos impulsando esta tarea legislativa, con miras a que las mujeres, personas gestantes y sus familias que han padecido esta realidad, integren de manera adecuada lo sucedido, sintiéndose acompañados, validados, se manera que vuelvan poco a poco, a retomar su vida nuevamente, en medio de un escenario donde se afiance el reconocimiento a sus derechos constitucionales y legales y se prevenga cualquier tipo de violencia contra las mujeres, en procura de salvaguardar su bienestar mental, físico y emocional.