Por la conservación de la diversidad biológica
A pocos días del inicio de la versión número 16 de la Conferencia de las Partes (COP, por sus siglas en inglés) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), la Cumbre de Biodiversidad más importante del mundo, en la que este año somos el país anfitrión, es imperioso reflexionar acerca del papel protagónico de Colombia en la negociación para detener y revertir la pérdida de biodiversidad, así como los nuevos compromisos en esta lucha y la integración de los colombianos en estos acuerdos.
Que la ciudad de Cali, haya sido elegida como la sede de la COP16 no es una casualidad. Se estima que Colombia posee el 10% del total de especies del planeta, tenemos una envidiable variedad de ecosistemas, más de 300 tipo entre continentales y marinos. Picos nevados, selvas húmedas tropicales, páramos, grandes valles, llanuras, dos océanos, desiertos, innumerables ríos, lagos y lagunas, que nos hacen un país megadiverso. Según la Encuesta Nacional de Biodiversidad y Clima, desarrollada por WWF, Colombia es uno de los países más biodiversos del mundo, lo que también nos convierte en uno de los más vulnerables.
Para hacer frente al panorama de pérdida de biodiversidad y cambio climático mundial, en la COP16 se espera una respuesta positiva y de mayor compromiso por parte de los países participantes. La actualización de las Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad (NBSAPs, por sus siglas en inglés) de cada Nación es uno de los puntos neurálgicos, por tratarse de la definición de la implementación del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, que fue adoptado en la COP15, la columna vertebral en la lucha para detener y revertir la pérdida de biodiversidad a nivel global.
Colombia como país anfitrión tiene la responsabilidad de imponer el ejemplo e instar a los demás países a asumir mayores compromisos en los temas de conservación de la diversidad biológica, el uso sostenible de sus componentes y el reparto justo y equitativo de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos. Los representantes de los 196 países que hacen parte del Convenio tomarán decisiones claves para detener y revertir la pérdida de biodiversidad al año 2030, uno de los compromisos claves fundamentales será la movilización de recursos financieros, especialmente para países en desarrollo, pueblos étnicos y comunidades campesinas.
Somos conscientes que hay que seguir fortaleciendo la legislación ambiental. Desde el Congreso de la República hemos impulsado importantes leyes con el objetivo de contribuir al cuidado del ambiente y a la adaptación al cambio climático, como la ley de Acción Climática en la que establecimos medidas para alcanzar la carbono neutralidad, la resiliencia climática y el desarrollo bajo en carbono en el país en el corto, mediano y largo plazo, en el marco de los compromisos internacionales asumidos por la Nación sobre la materia. Sin embargo, falta mucho para garantizar la protección y conservación de nuestro valioso patrimonio ambiental.
Resultan insuficientes, las reflexiones que se tejen alrededor del tema, por cuanto son incalculables las afectaciones que los seres humanos seguimos causándole al planeta por la reprochable indiferencia. Transmitir a los ciudadanos del mundo una conciencia ambiental, es el primer paso para despertar una actitud responsable sobre el impacto del cambio climático y la pérdida de biodiversidad en nuestras vidas. Necesitamos hacer más por la naturaleza.
Tenemos las miradas puestas en el país, es así que ratificar nuestros acuerdos en la conservación de la diversidad biológica, como Nación comprometida con el cuidado de la vida y el derecho a un medio ambiente sano, debe ser el principal propósito en esta importante cumbre mundial.