Share:

Recuperar el crecimiento económico

Aunque los últimos reportes económicos del país muestran ciertas señales de recuperación, no deja de preocupar la actual situación fiscal y el futuro económico de Colombia, que pondrá a prueba el liderazgo del recién nombrado ministro de Hacienda, Diego Alejandro Guevara. No solo tendrá que sortear las fuertes tensiones políticas que hay en el ambiente, sino que además deberá destrabar, de una vez por todas, la estrategia de reactivación económica que tiene en deuda la cartera.
 
Si bien la tan esperada caída de la inflación al 5,20%, del pasado mes de noviembre; la obligada reducción de las tasas de interés al 9,25%, que se aguarda para este fin de año; y las todavía débiles cifras de crecimiento del PIB, que según el Dane en el tercer trimestre de 2024 fue del 2%; dan un nuevo aire de optimismo, todavía no hay un horizonte claro para el 2025. Es así que mejorar el desempeño de la economía colombiana debe convertirse en uno de los principales focos de la agenda económica gubernamental de este fin y comienzo de año.
 
La desconfianza generalizada frente a las políticas económicas del Gobierno, los pasos en falso que se han dado, así como las dudas sobre las finanzas de la Nación que se han profundizado con la incertidumbre sobre el Presupuesto General de la Nación para 2025, la reforma al Sistema General de Participaciones (SGP) y la caída del recaudo tributario, ensombrecen el panorama. Por tanto, resulta determinante que el ejecutivo se esfuerce por menguar las preocupaciones y tensiones que en materia política, económica y tributaria, han prosperado de manera contraproducente. Sin duda alguna, para salir del atolladero económico se necesita atraer inversiones y generar garantías.
 
La delicada situación económica que persiste en Colombia, demanda un ejecutivo que respete la regla fiscal y actúe con cautela para mantener estables los mercados económicos del país. Se requiere, de manera urgente, que el gobierno, con la creación de garantías y condiciones, incentive el desarrollo de todos los sectores, generando nuevas dinámicas de empleo a nivel local y nacional, que permitan mejorar sus oportunidades laborales, partiendo de la premisa que la paz, la economía y lo social van de la mano.
 
Mucho se ha hablado de proteger e incentivar el desarrollo de los sectores que tradicionalmente han sido jalonadores de la economía colombiana, para fomentar la inversión y la generación de empleo; sin embargo, es poco lo que se ha avanzado al respecto. Atraer inversiones y generar garantías, apostándole al crecimiento de industrias como las manufactureras, el comercio y la construcción de vivienda, que no han logrado levantar cabeza, es la clave para mantener el desarrollo y dinamismo de la economía nacional.
 
Para transformar la situación de crisis económica en oportunidad es urgente profundizar la lucha contra la pobreza, innovar en el campo empresarial, acelerar los emprendimientos, persistir en la austeridad inteligente del Estado. A toda costa hay que mejorar el desempeño de la economía colombiana y procurar un crecimiento sostenido para este 2025.