En tiempo récord y de manera clandestina, sin la debida y legal difusión en la página oficial de la entidad ni en la del Sistema Electrónico para la Contratación Pública (Secop), el Gerente del Hospital Universitario Cari ESE, Ulahy Beltrán López, adjudicó ‘a dedo’, el multimillonario contrato del operador especializado, apartándose de los serios cuestionamientos de que había sido objeto el proceso.

La adjudicación se hizo de una manera tan sospechosa y silenciosa que sólo doce días después de haberse realizado es cuando trasciende a la opinión pública, lo cual contradice el principio de transparencia que debe regir en la contratación pública.

Desde un principio, el proceso estuvo rodeado de toda clase de cuestionamientos, luego que el 16 de agosto del año pasado la Junta Directiva del Cari aprobó el inicio del trámite y mediante Resolución 0725 de septiembre 9-2019 fue abierta la convocatoria para la contratación de un operador especializado que se encargaría de la gestión integral “de los procesos asistenciales, logísticos, administrativos, financieros y los complementarios de los servicios que se prestan en la sede de Alta Complejidad, realizando inversiones en infraestructura física, dotación tecnológica, biomédica e industrial en la sede principal que garantice la apertura progresiva de servicios de alta complejidad y la reapertura de otros, asegurando la sostenibilidad financiera a partir de los ingresos por venta de servicios de salud, garantizando eficiencia, eficacia, accesibilidad, seguridad, calidad, integralidad y rentabilidad”.

Así, al cierre de la convocatoria 001-2019, el 9 de de octubre, se presentó una sola propuesta, la de Consorcio Gestor Hospitalario del Caribe SAS, integrado de la siguiente manera: Cardiovida Outsourcing SAS (47%), UCI del Caribe SAS (25%), Fundación Ser -Fundaser- (2%), Organización Clínica Bonnadona Prevenir SAS (10%), S Y D Colombia SA (10%), Pharma Ser Ltda (1%), Fundación Ser Social (2%) y Laboratorio Clínico Continental SAS (3%), representado por Ricardo Mafiol Baute.

Para efectos de liquidación de garantías e impuestos, el valor fiscal anual del contrato fue fijado en 12.076 millones 237 mil pesos y la vigencia del mismo se estableció en 15 años.

De inmediato, la forma como estaba concebida la contratación fue materia de cuestionamientos, por considerarse que de esa manera “el remedio resultaría peor que la enfermedad”.

Lo que dijo la Procuraduría

Dentro de esos cuestionamientos estuvo el del Procurador Delegado para la Salud, la Protección Social y el Trabajo Decente, Gelman Rodríguez, quien tras evaluar el proceso solicitó a la Junta Directiva del Cari la revisión del mismo, el 17 de octubre de 2019.

En las censuras al proceso el Ministerio Público advirtió “sobre los riesgos que asumen la Junta, el Comité de Compras y Adquisiciones y el Gerente (Ulahy Beltrán)” al proseguir con el cuestionado trámite contractual, “contraviniendo los principios de la Función Administrativa y de la contratación estatal, así como su propio Estatuto y Manual de Contratación, amén de precisas disposiciones legales y reglamentarias que ponen en riesgo la garantía de la prestación de los servicios de saluda la población del departamento y podría conllevar al detrimento de los recursos públicos” por lo cual los insta a adoptar los correctivos necesarios de forma inmediata.

Ante ello el proceso fue suspendido el 21 de octubre para estudiar los reparos de la Procuraduría.

Sin embargo, el Gerente Ulahy Beltrán López se apartó de los reproches del Ministerio Público y el 2 de diciembre continuó el proceso, a medida que también crecían los cuestionamientos.

Propuesta rechazada por el comité de evaluación

Al día siguiente el Comité de Bienes y Servicios presentó el informe de evaluación. Y para sorpresa del Gerente Ulahy Beltrán fue contrario a lo él pudiera esperar.

En términos generales el informe consideró inadmisible la propuesta presentada, señalando lo siguiente:

“La oferta presentada por Gestor Sanitario del Caribe SAS es inadmisible para ser considerada en la adjudicación del contrato objeto de la convocatoria toda vez que se encuadra en las causales de inadmisibilidad de la oferta establecidas en el numeral 7.17 de los términos de condiciones en razón a que se generaría conflicto de intereses con los objetivos y condiciones de la prestación del servicio que se incluyeron en la propuesta y que fueron reservados de manera específica como parte de la operación del Hospital Universitario Cari ESE, es decir, es claro que resulta un conflicto de interés entre la oferta de servicios de salud mental y de docencia servicio e investigación y la reserva que hizo el hospital.

“Se genera un conflicto de interés contractual que impide la elegibilidad de la propuesta.

“De igual manera la propuesta debe ser rechazada toda vez que se encuadra en las causales de rechazo de la oferta establecidas en el numeral 7.18 de los términos de condiciones, por carecer cuatro de los integrantes de la promesa de sociedad (UCI del Caribe SAS, Fundación Ser -Fundaser-, Pharma Ser Ltda y Fundación Ser Social) de capacidad jurídica para comprometer obligaciones de la empresa, y el contrato de promesa de constitución de sociedad futura no incluye la totalidad de los documentos de orden jurídicos que se consideran esenciales y la exclusión clara de no tener ni acreditar la responsabilidad solidaria en la sociedad futura, va en contravía de lo exigido por los términos”.

Este comité estuvo integrado por Iván Franco (Subgerente Administrativo y Financiero), Luz Stella Manjarrés (Subgerente Científica y Asistencial), Martha Irene Criales (Oficina Jurídica) y Betty Molano (Jefe de Garantía Calidad y secretaria del comité).

Este informe quedó en firme ya que el oferente único no presentó observaciones ni reparos a la evaluación, dentro del término legal, por lo cual se fijó para el 20 de diciembre la audiencia para atender las recomendaciones del comité evaluador y se procedió a rechazar la propuesta y declarar desierto el proceso contractual, mediante Resolución 0969.

La parte clandestina de la contratación

No obstante, 72 horas después, Ulahy Beltrán López persistió en la contratación, pero esta vez ‘a dedo’.

Para ello, el 23 de diciembre expidió la Resolución 0974 para proceder a través de contratación directa e invitó únicamente al Consorcio Gestor Hospitalario del Caribe, que se constituyó ese mismo día y presentó propuesta como Sociedad Futura Gestor Hospitalario del Caribe SAS.

El contrato respectivo aparece firmado el 27 de diciembre.

Este último proceso se mantuvo en la clandestinidad: ninguno de los documentos que hicieron parte del mismo fueron publicados ni en la página del hospital ni en la del Secop.

Solo ayer, a las 4:32 de la tarde fue creado el hito en la página del Secop para publicar los estudios previos. Y a las 5:17 de la tarde fue publicado el contrato. No aparece ningún otro documento publicado como, por ejemplo, la propuesta presentada y la correspondiente evaluación.

Ello refleja el sospechoso silencio en que se mantuvo esta contratación ‘a dedo’, de la cual ni el Gobernador saliente, Eduardo Verano De la Rosa, ni la mandataria entrante, Elsa Noguera De la Espriella tuvieron conocimiento de manera oportuna, situación que genera toda clase de dudas y pone en tela de juicio los verdaderos fines con los que se hizo el multimillonario y veloz proceso.

¿A qué obedeció tanto secreto?