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Estamos jodidos, pero hay esperanza

LA INTRODUCCIÓN:

Una semana con noticias nunca antes vistas.

Regresó la Champions League con los estadios vacíos, el Barcelona perdió 8-2 a manos del Bayern Múnich, falleció el hermano de Donald Trump (a la fecha de enviar la presente columna aun se desconoce la causa), robots repartirán domicilios en medio de la pandemia y Álvaro Uribe Vélez fue reseñado como preso #1087985, para alegría de muchos y tristeza de otros… y esa es la razón de ser de la presente columna.

Digo que es la razón de ser porque en medio de múltiples noticias novedosas lo que vemos es que se sigue repitiendo la misma historia, los colombianos hoy por hoy vivimos en una Colombia polarizada, una Colombia que, ante el acontecimiento político del año, termina dividida. Como quien dice, los colombianos estamos aislados, encuarentenados y ahora divididos; es decir, estamos jodidos… pero hay esperanza. (Leer hasta el final).

EL DESENLACE – ESTAMOS JODIDOS:

Hoy parte de Colombia vive como si la polarización hiciera parte de su naturaleza. No se puede emitir una opinión sin ser tildado de mamerto, guerrillo, Petrista, Uribista, paraco, Uribestia; o cualquier otra de sus vertientes. Dinámica que viene presentándose desde hace ya varios años.

De hecho, en alguna ocasión, escribí una columna para un portal digital (no para este) y me dijeron que les había interesado mi enfoque pues les hacía falta alguien con perfil Uribista dentro del equipo de columnistas. La columna fue una crítica hacia el entonces Ministro de Defensa del gobierno de Juan Manuel Santos, Juan Carlos Pinzón. Fue para mí una sorpresa, nunca me habían llamado Uribista.

Caso contrario ocurrió cuando en una ocasión manifesté que la intervención de un ex combatiente de las FARC, ejerciendo su rol de congresista en el programa SEMANA EN VIVO, había sido muy buena tanto en fondo como en forma. Eso bastó para ser Petrista de pura cepa, según algunos.

No se puede opinar sin que te tilden de lo uno o de lo otro. Y al tildarte de lo uno o de lo otro, de paso buscan deslegitimar la opinión que estás emitiendo. Cuanto daño le hace esa dinámica polarizante a la democracia, a la política, a la libertad de expresión y a los ciudadanos. Estamos jodidos.

Es pertinente añadir que, las redes sociales son el epicentro de esta dinámica polarizante que hoy reina en nuestro país. En este escenario podemos apreciar situaciones como las siguientes: podemos ver que una persona emite una crítica hacia el Presidente Iván Duque y llueven las réplicas hacia la persona por medio de mensajes ofensivos en contra de Petro. Como si criticar al gobierno automáticamente te hiciera Petrista. Como si alguien de derecha no pudiera ser crítico con el Presidente de la República.

O el caso contrario. Alguien emite una opinión en contra de Petro y enseguida llueven las replicas diciendo que Uribe es un asesino. Como si viniera al caso. Asumiendo que la persona que escribió el mensaje es militante del Centro Democrático. Como si alguien de izquierda no pudiera ser crítico con Petro.

Ahora quisiera sustentar mi afirmación de que vivimos en una Colombia polarizada con base en la más reciente encuesta publicada por la firma encuestadora INVAMER S.A.S. y contratada por NOTICIAS CARACOL y BLU RADIO.

(Fecha de realización de la encuesta: del 30 de julio al 04 de agosto de 2020. Adicionalmente, entre el 11 y el 12 de Agosto se realizó un re-contacto a 471 encuestados para indagar sobre cambios en la opinión luego de acontecimientos que ocurrieron en la semana anterior).

  • A la pregunta: “¿Tiene usted una opinión favorable o desfavorable sobre Álvaro Uribe Vélez?”, el 47,2% de los encuestados manifestó tener una opinión favorable mientras que el 50,1% manifestó tener una opinión desfavorable.
     
  • A la pregunta: “La Corte Suprema de Justicia le ordenó detención domiciliaria al Ex Presidente Álvaro Uribe Vélez. ¿Podría decirme si usted está de acuerdo o en desacuerdo con la decisión que tomó la Corte Suprema de Justicia?”, el 53,0% manifestó estar de acuerdo con la decisión mientras que el 41,4% manifestó estar en desacuerdo.

Los resultados de las dos preguntas anteriores dan fe de que tenemos un país contundentemente dividido respecto a la opinión que se tiene sobre el exmandatario y los sucesos de las últimas semanas.

  • A la pregunta: “Si las elecciones para Presidente de Colombia fueran el próximo domingo, y los candidatos fueran los que le voy a leer, ¿por cuál de ellos votaría usted?”, el 32,9% de los encuestados seleccionaría la opción de Gustavo Petro. Así entonces, el candidato de la extrema izquierda (uno de los polos de la dinámica polarizante) sería quien estaría liderando la intención de voto al día de hoy, dejando entrever mayores síntomas de polarización en nuestro país.
     
  • A la pregunta: “¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo con la siguiente afirmación? Colombia en un futuro puede estar en la misma situación en la que está Venezuela en este momento”, el 52,2% manifestó estar en desacuerdo con la afirmación mientras que el 45,5% manifestó estar de acuerdo. Es interesante esta pregunta pues trae a colación la idea que ha servido como caballito de batalla del Centro Democrático para instalar temor en el electorado y es un ejemplo preciso de la dinámica polarizante en época electoral. Claramente tenemos a casi la mitad del país creyendo en tal afirmación y poco más de la mitad del país poniéndolo en duda.

EL DESENLACE – PERO HAY ESPERANZA:

Así entonces, tal como lo mencioné al inicio, hoy podemos decir que ante semejante dinámica polarizante, estamos jodidos… pero hay esperanza. Y la misma encuesta nos dará razón de ello.

  • A la pregunta: “Si las elecciones para Presidente de Colombia fueran el próximo domingo, y los candidatos fueran los que le voy a leer, ¿por cuál de ellos votaría usted?”, el 25,9% de los encuestados seleccionó la opción de Sergio Fajardo mientras que el 9,8% votaría por Humberto de la Calle; personajes que en las elecciones del 2018 se alejaron de los extremos políticos y se proyectaron como propuestas políticas que ofrecían mensajes distintos a la polarización. Hoy sumarían el 35,7% de la intención de voto ante una eventual elección presidencial.

Es pertinente también traer a colación que antes del dictamen de medida de aseguramiento proferido contra el senador Álvaro Uribe Vélez, la intención de voto que tenía Sergio Fajardo era del 19,9%; después de la medida de aseguramiento registró 25,9%. Lo que podemos apreciar es que, si bien la medida de aseguramiento despertó un mar de emociones tanto en la extrema derecha como en la extrema izquierda, la opinión pública se movió alrededor de la opción política que se ubica en el centro del espectro ideológico, manifestando de esta manera un cansancio y un rechazo hacia la dinámica polarizante que se vive en el país. Lo que sucede es que dicho crecimiento del centro no se está gritando a los cuatro vientos. Como quien dice, va por la sombrita.

  • Por último, ante la pregunta: “¿Se considera usted de izquierda, de centro o de derecha?”, el 17,7% manifestó ser de izquierda, el 33,4% manifestó ser de centro, el 35,8% manifestó ser de derecha y el 12,9% manifestó no tener ninguna corriente política. Queda expuesto que en un país donde creemos que todos tienen que ser “Petristas” o “Uribistas”, aún hay cabida para otras alternativas.

LA CONCLUSIÓN:

Sería desatinado afirmar que hoy en día Colombia no es un país polarizado. ¡Claro que lo es! Todos los ciudadanos lo vemos y lo sentimos de esa forma. La cuestión es que parece que nos hemos acostumbrado a ello, lo cual me parece lamentable. De hecho, me pregunto: ¿Es esa la Colombia que queremos? ¿Una Colombia que viva enfrentada y dividida a causa de la lucha de poderes que se libra desde los extremos políticos de nuestro país? ¿Una Colombia en la que los ciudadanos terminen pagando los platos rotos de la ambición de poder de los polos de la contienda política?

Aunque sé que hay muchos colombianos a los que les gusta y les interesa vivir en esta dinámica polarizante, de a poco somos más lo que queremos vivir fuera de dicha dinámica.

Tanto los proyectos políticos de izquierda como los de derecha tendrán que jugar sus cartas comprendiendo que las propuestas de centro han venido cobrando mayor relevancia con el pasar de los años.

Puedo afirmar con seguridad que a medida que nos acerquemos al 2022, el juego electoral va a marcar una pauta donde la polarización se sentirá con mayor fervor. Lamentablemente. Sin embargo, en jornadas electorales las sorpresas ocurren. Quizás la sorpresa sea que Colombia diga no a la polarización.

Mientras eso ocurre, estamos jodidos… pero hay esperanza. 

Nota # 1: Debo confesar que tenía mis dudas sobre redactar el presente texto pues siento que al exponer el tema de la polarización con la que se vive hoy en día, estoy haciéndole un aporte a la existencia de dicha polarización. Es decir, al tocar el tema, hago que el tema se acentúe. Sin embargo, espero haberle dado el enfoque necesario para que eso no ocurriera y por el contrario haber hecho un aporte a dejar de pensar en términos de guerrillos y paracos, Petristas y Uribistas.

Nota #3:

Si bien el tema Uribe despierta amores y odios, la encuesta no da la opción de responder una opción diferente a “favorable” o “desfavorable”. Es decir, pone a la gente a tomar partido cuando puede haber un público bastante amplio que le reconoce virtudes y gestión al exmandatario, pero critica parte de su obrar en la administración pública. Sucede que las firmas encuestadoras son contratadas por partidos políticos, empresas y medios de comunicación que están interesados en conocer las posturas de los ciudadanos de manera contundente. Las opciones planteadas son en sí mismas polarizantes.