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Crisis oculta: la batalla de la salud mental en jóvenes

El aumento en los casos de suicidio en la población juvenil de nuestro país es un hecho alarmante, pues demuestra que el problema de la salud mental en nuestros jóvenes está en crecimiento. En los últimos días me he tomado el tiempo para documentarme y reflexionar sobre lo que puede estar desencadenando esta serie de acontecimientos que nos enluta como sociedad y dejan un manto de tristeza y quebranto en los padres, hermanos, amigos y demás seres queridos de las víctimas.

Observar que muchas de estas decisiones desafortunadas están directamente relacionadas con la ansiedad, la depresión, el abandono escolar, la falta de oportunidades de empleo y el consumo de sustancias psicoactivas, donde, además, concurren en algunos casos alteraciones psicológicas como la bipolaridad, nos invita a articular una respuesta efectiva para contribuir a prevenir y atender adecuadamente cada caso.

Ante el preocupante aumento de problemas de salud mental, es crucial que las prestadoras de servicios de salud faciliten el acceso a especialistas y refuercen el seguimiento a pacientes. Es tiempo de derribar las barreras, agilizar procesos y asegurar una respuesta rápida y efectiva para quienes luchan en silencio.

La batalla de la salud mental en jóvenes

Tras la pandemia del Covid-19 en 2020, en el 2021 propuse el Proyecto de Ley de Cátedra Obligatoria de Educación Emocional en todos los colegios del país, buscando ofrecer a niños y jóvenes orientación emocional esencial. Esta iniciativa, desarrollada con el apoyo del Programa Desarrollo Psicoafectivo y Educación Emocional (PISOTÓN), el cual desde hace 7 años busca prevenir y promocionar la salud integral de niños y niñas de manera recreativa, educativa y formativa con sus expertos académicos, apuntaba a fortalecer el bienestar emocional en nuestra juventud. Desafortunadamente, debido a la dinámica legislativa, el proyecto no prosperó. 

Con profunda preocupación, debemos reconocer el significativo aumento en las cifras de suicidios en nuestro país. De acuerdo con datos de Medicina Legal, Colombia ha pasado de 2.835 muertes en 2022 a 3.145 en 2023, lo que representa un aumento del 10.93%. Estos números no solo reflejan una crisis en la salud mental, sino que también ponen de relieve la pérdida de vidas, en su mayoría jóvenes con un prometedor futuro por delante. La situación demanda una acción coordinada entre el Congreso, el Ministerio de Salud, el ICBF, el Ministerio de Educación y las EPS para desarrollar e implementar estrategias efectivas de prevención, detección temprana y mitigación del riesgo de suicidio. Es fundamental reafirmar nuestro compromiso con el bienestar mental de nuestra población

A pesar de que el Proyecto de Ley de Cátedra Obligatoria de Educación Emocional en las instituciones educativas no logró su aprobación, mi compromiso con la salud mental y la prevención del suicidio entre nuestros jóvenes permanece inquebrantable. Este revés no es el final de nuestros esfuerzos; al contrario, es un estímulo para seguir buscando alternativas y construir consensos. Seguiré trabajando para que iniciativas como estas vean la luz, convencido de que, si logramos salvar, aunque sea una sola vida, todo el empeño invertido habrá merecido la pena.