José Chimá, amigo del sargento Solano y sobreviviente del incendio.
José Chimá, amigo del sargento Solano y sobreviviente del incendio.
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Alington González.

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Los recuerdos del bombero José Chimá: en sus manos murió el sargento Javier Solano

El bombero José Chimá, amigo del sargento Solano y sobreviviente del incendio en la vía 40, aún vive el dolor de tan grande pérdida.

El fallecimiento del sargento Javier Enrique Solano Ruíz, en el incendio ocurrido en la empresa Bravo Petroleum, ubicada en los 'Puertos Asociados Compas’, en la Vía 40, el 21 de diciembre de 2022, ha dejado una profunda huella, especialmente en aquellos que compartieron con él no solo la labor diaria, sino también una amistad que trascendía lo laboral.

El bombero José Chimá, integrante del Cuerpo de Bomberos en la Estación Las Flores y sobreviviente del incendio, al culminar este jueves la sentida eucaristía por el primer aniversario del fallecimiento sargento, en la Parroquia Nuestra Señora Del Carmen, compartió el impactante recuerdo de haber estado junto a Solano en sus últimos momentos. 

“Ha sido duro, difícil para mi superar la muerte de Solano. Más que todo porque yo fui el que estuvo ahí a su lado, en el día a día, con él yo viví la emergencia. Yo fui el que lo saqué del incendio tras el impacto y se me murió prácticamente en mis brazos, murió en mis brazos”, dijo Chimá.

A pesar del dolor y la nostalgia que le genera su partida, José destacó la necesidad de seguir adelante, honrando la memoria de Solano y encontrando fortaleza para enfrentar el futuro sin su presencia constante en el trabajo.

“Es duro, durísimo, no tengo cómo describirlo, es muy difícil llegar a la estación y no ver a Javier porque él era como un hermano para mí, nos criamos juntos en el barrio, Rincón Latino, del Padre Hoyos. Nosotros salimos de ese barrio, de las entrañas de las calles polvorientas cuando jugábamos fútbol”.  

José Chimá, amigo del sargento Solano y sobreviviente del incendio.

José Chimá recordó esa última noche con su mejor amigo a quien vio sonriendo antes de irse a dormir. 

“El último turno de noche conversamos como hasta las 11 o 12 de la noche más o menos cuando ya llegó la hora de dormir, fue la última vez que lo vi sonriendo. Nos despedimos, él subió a su habitación y yo iba para la mía. Siempre nos decíamos, vale mía hablamos mañana. Esa fue la última vez que charlamos, que vivimos una noche de amigos, sinceramente de amigos”, agregó Chimá.

Este diciembre, en particular, se convierte en un mes nostálgico y doloroso para José, marcado por la partida de Solano y la pérdida de su padre en estas fechas en años anteriores.