'Tradición Pitalera', legado gastronómico que nutre el menú de los barranquilleros
Corsina Llanos, matrona de Pital de Megua junto a su familia trajo el sabor original del pastel a su restaurante en Barranquilla.
La sazón de los pasteles de Pital de Megua, corregimiento de Baranoa, llegó a Barranquilla para seguir deleitando paladares con la apertura de ‘Tradición Pitalera’.
Un restaurante ubicado en la carrera 48 #76-114. Está abierto de martes a domingos de 9:00 a.m. a 4:00 p.m.
Corsina Llanos, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Hacedoras del Pastel, y propietaria del lugar, es la encargada de cocinar este exquisito plato envuelto en hojas de bijao y servirlo en la mesa de cada uno de los comensales que visita el lugar.
“Yo quería que todas las personas conocieran el producto y como algunos no pueden llegar hasta Pital de Megua decidimos venir Barranquilla y montar este restaurante. Sabemos que aquí hay una buena demanda de los pasteles. ‘Tradición Pitalera’ representa el arte de nosotros”, señaló.
Vea también: A joven asesinado en Ciudad Camelot le iban a robar la moto, pero “él cerró el switch, le quitó la llave y la botó”
Lo que al principio inició como una tradición familiar se convirtió para esta matrona en su sustento y labor permanente gracias al saber culinario que aprendió de su madre.
“Yo le aprendí de este arte a mi mamá que nos dejó un legado grande a mis hermanas y a mí. Soy cocinera de tradición hace 16 años cuando me dediqué de lleno a esto”, contó la matrona.
Mientras Corsina conversaba con este medio, Fredy Urieles Llanos, su hijo mayor, alistaba todo para recibir a los comensales “que llegan bien puntual”. Sus tres “amores” como ella les dice, trabajan día a día en el restaurante para conservar la tradición que han aprendido de su madre.
“Este es un trabajo familiar. Mis hijos me ayudan mucho, cada uno tiene sus obligaciones tanto en la elaboración, producción y comercialización. Mi esposo y una sobrina también hacen parte del restaurante”, manifestó.
Fuente de economía
Según la matrona, este “manjar” ha contribuido a la economía de esta familia pues “he podido sacar a mis hijos adelante”.
Hans Suárez Urieles, chef y sobrino de Corsina Llanos, es otro de los integrantes y propietario de ‘Tradición Pitalera’, encargado de crear diferentes platos.
Además de ser una fuente de ingresos, los pasteles también ha sido un motivo de unión no solo en el proceso de elaboración, sino también desde la obtención de la materia prima.
Vea también: Distrito mantiene activo plan de contingencia con instalación de PMU
Tradición y cultura son dos palabras características de esta familia que además de tener en sus manos el arte para cocinar, también han llevado por lo alto la esencia carnavalera.
“Una de mis hermanas es líder de la comparsa ‘El burro corcoveón’, el cual le rinde un homenaje a este animal que es ícono del campesinado y de las zonas rurales de la región. Esta danza ha sido ganadora de muchos premios en el Carnaval de Barranquilla”, sostuvo.
Un sabor que enamora
‘Tradición Pilatera’ es un restaurante que presenta el sabor original de los pasteles los cuales pueden comerse de desayuno, merienda, almuerzo o incluso de cena.
De pollo, cerdo, pato ahumado, carnero y gallina, son las presentaciones que los comensales pueden encontrar, una variedad para todos los gustos.
El sabor de estas carnes se resalta “sin tantas cosas artificiales”, con el fin de conservar la tradición de Pital de Megua.
Corsina Llanos asegura que “la sazón de la abuela es el ingrediente estrella de plato. Cada bocado enamora más que el anterior”.
La planta de producción está en Pital de Megua, lugar donde esta matrona de 55 años empezó a construir sus sueños.
“Los pasteles se cocinan allá y luego se traen acá teniendo en cuenta que su cocción es a leña, además el pato y el carnero llevan un proceso de ahumado. La preparación normalmente la iniciamos a las 9:00 a.m. y se termina en la noche, todo esto depende de las cantidades”, indicó.
‘Tradición Pitalera’ abrió sus puertas hace 15 días con una gran acogida.
“Este lugar está muy bien ambientado con unos spots para disfrutar en familia, con amigos o en la pareja. Queremos que el pastel no solo sea comerlo debajo de un palo de mango sino un espacio cómodo muy acogedor”, dijo la matrona.