Mariscos, rayas, pescados, carnes, parrilladas con marcas registradas, conejos ahumados, gallinas criollas guisadas, y hasta una ensalada de frutos del mar patentada, hacen parte de la riqueza gastronómica que traerá el Magdalena como departamento invitado a Sabor Barranquilla 2018, a realizarse del 23 al 26 de agosto próximo en Puerta de Oro, Centro de Eventos del Caribe, organizada por Cruz Roja Atlántico, Fenalco Atlántico y Corferias.

La diversa muestra culinaria magdalenense la presentarán chefs y cocineros que heredaron de sus padres y abuelos el amor por el arte expresado en aderezos, sazones, mezclas, texturas, cocciones y sabores, como Carmen Padilla, una trotamundos de tierra y de mar, hija de “Pincho Padilla”, o como Fabián Rodríguez, sucesor de los saberes de Santo Reyes, maestra de tradición apegada a las recetas y los ingredientes de su Chibolo natal. Con ellos, padre e hija, madre e hijo, estarán, Chucho Trujillo, quien descubrió su vocación tras haber sido policía y chofer y hoy es personaje habitual en la televisión internacional; Alejandra Ramos, fiel exponente de lo mejor de la cocina criolla o rústica; y Luis Alfonso Rocha, quien se nutrió de conocimientos siendo socio y director operativo de un célebre restaurante barranquillero para después replicar con éxito dichas experiencias en su ciudad de origen.

Y con ellos estará Guillo Vives, cocinero samario, cantante, empresario, publicista y creador de Gaira Café, lugar abierto hace 20 años que se ha convertido en símbolo de la gastronomía colombiana en Bogotá. Tras vivir un tiempo en Nueva York regresó al país para hacer realidad su sueño de niño: abrir un restaurante que rescatara los sabores de nuestra tierra. Su propuesta gastronómica revolucionó los paladares más exquisitos, los cuales, gracias a su cocina, redescubrieron los sabores de nuestra tradición. Actualmente trabaja en nuevas unidades de negocios como La Playa de Bogotá, lugar donde se encuentran: La Checa, comida popular, La Bicicleta Pizzería y el País de las Frutas. Guillo también se encuentra investigando nuevas técnicas de cocción y los orígenes de los platos más representativos de la cultura colombiana.

Ocho nombres que simbolizan la gastronomía del Magdalena Grande, extenso territorio donde aún sobrevive el casabe, torta circular y delgada hecha a base de harina de yuca, que en Sabor Barranquilla estará presente como fruto de las manos de Carmen Mulford Acuña, famosa en toda la Depresión Momposina por sus exquisitas preparaciones del bien llamado pan de los indígenas, y una de las pocas cocineras que mantiene viva una especie alimenticia en vía de extinción.

Para simbolizar su importancia en la dieta de los caribes, de Colombia y de otros lares de la Gran Cuenca de dicho mar, e incluso de algunas zonas del interior del país, con las casabitas de Carmen Mulford, vendrá también la Danza El Casabe, de San Zenón, Magdalena, dirigida por Raúl Guerrero, integrada por jovencitas de 14 a 17 años de edad, quienes son acompañadas por un grupo compuesto por gaiteros y percusionistas. Se trata de una danza de laboreo, triunfadora en festivales nacionales, que estará en la apertura oficial de la feria, mostrando en sus distintos pasos muestra el proceso de elaboración de este alimento, fiel exponente de la cocina de campo.    

Como parte del homenaje a la tierra y al hombre que la trabaja, la Fundación Prosierra Nevada de Santa Marta, traerá una muestra de cafés y de mieles provenientes de la labor que durante más de 30 años ha realizado para mejorar los procesos productivos agrícolas bajo esquemas asociativos entre familias campesinas e indígenas asentadas en ese territorio, y dentro de prácticas de conservación de su ecosistema. El café y la miel simbolizan los logros alcanzados por el Área de Producción Sostenible de la Fundación Prosierra, que parte de un modelo de Ordenamiento Ambiental Territorial articulado a políticas de conservación e involucra diversas visiones y culturas en esa materia y procesos de saneamiento ambiental y comercialización, tendientes a disminuir el conflicto de uso y manejo del territorio. 

El apoyo a los productores del cinturón cafetero del Magdalena, que llevó a la creación de la Red Ecolsierra y el respaldo a los apicultores de la Sierra Nevada, dando origen a la Asociación Apisierra, hace parte de los resultados alcanzados dentro de la estrategia de Producción Sostenible, que serán presentados en Sabor Barranquilla. Dentro de ese mismo esquema pero en otros frentes de producción, Prosierra trabaja actualmente en la búsqueda de financiación para dar apoyo técnico a los cacaoteros y en un proceso previo para identificar quiénes tienen cultivos de esta especie, qué variedades tienen y qué tanto de cada variedad. El objetivo es revivir la producción de cacao en la Sierra Nevada, afectada seriamente por la caída de los precios internacionales ocurrida hace una década. La organización busca también la reintroducción del algodón orgánico criollo y nativo, que hoy tiene niveles de producción muy bajos, pero registra una alta demanda en los mercados.

Con información de Sabor Barranquilla