Leo Matiz fue uno de los fotógrafos más importantes de la modernidad en Colombia y Latinoamérica. Su obra fue marcando el pulso de los acontecimientos sociales, políticos y culturales que él supo registrar con un peculiar estilo renovador y suspicaz para ofrecer una mirada innovadora ante los argumentos que capturó cada una de sus fotografías.

Fue gestor, nómada, galerista y editor de publicaciones. Desde 1941 a 1947 vivió en ciudad de México donde hizo parte de esa efervescencia cultural que allí se llevaba a cabo. Algunas de sus fotografías relatan momentos vividos con Luis Buñuel, María Félix, Frida Kahlo, Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros. Por eso, en 1945 ganó el premio al mejor reportero gráfico de México.

Repaso por su historia

El Museo de Arte Moderno de Barranquilla le rinde tributo al fotógrafo colombiano con una exhibición, con la curaduría de Miguel González, que se centra en los trabajos que Matiz realizó en Colombia, donde se da cuenta del mundo rural, del campesinado, la clase trabajadora, los comerciantes, obreros y la comunidad afrodescendiente. 

La muestra incluye un amplio espectro que se inicia en los años treinta donde se registran personajes cotidianos, niños mestizos y afros, trabajadores en las plantaciones de banano y capturas del paisaje. Documentando esta geografía del Caribe donde su mirada se extiende a los cantantes de vallenato, en Valledupar, personajes de Mompox, Barranquilla, Santa Marta y Cartagena que registra en la década del cuarenta y cincuenta.

El río Magdalena y su transporte fluvial es otro territorio que el fotógrafo incluye en el repertorio. Allí no solamente aparecen los barcos con sus grandes chimeneas colmadas de abundantes fumarolas sino los hombres del petróleo y los viajeros que usaban aún en los años cincuenta esta vía como una importante opción de movilidad.

Matiz no solo capturó los conjuntos vallenatos y sus grupos instrumentales, sino también la fiesta de los negros palenqueros al frente de sus tambores y el baile de la cumbia, manifestando un interés en las distintas actividades de los habitantes de estos territorios.

Su trabajo

Las imágenes de Matiz son en blanco y negro, en ellas el encuadre es un elemento protagónico que busca darle un realce especial a los temas que trata. A esto ayudan los contrastes de luz y sombra que exaltan los personajes y convierte los distintos argumentos en poderosas imágenes que atraen y sugestionan al espectador.

La carrera el fotógrafo

Leo Matiz recibió importantes reconocimientos a lo largo de su carrera, entre ellos el de 1949 como uno de los 10 mejores fotógrafos del mundo, así como la primera retrospectiva de su obra en Colombia organizada por el Museo de Arte Moderno de Bogotá e itinerante por Colombia celebrada en 1988 para conmemorar 50 años de su carrera. En 1998 el gobierno colombiano le rinde homenaje, se publica un libro monográfico y se celebran exhibiciones de su obra. En ese año el artista falleció en Bogotá.