El mundo de la música latina está de luto. Este domingo 9 de octubre familiares del músico Enrique 'Quique' Lucca confirmaron su fallecimiento en Ponce, Puerto Rico, a la edad de 103 años.

Según confirmó un allegado de la familia al medio Telemundo, Quique falleció a las 2:00 de la tarde en el Hospital Damas, donde se recuperaba de una intervención quirúrgica tras fracturarse una cadera el pasado 15 de septiembre.

Tras la operación se mantuvo hospitalizado alrededor de tres semanas, fue entonces que comenzó a enfrentar problemas respiratorios, confirmó a Telemudo el licenciado José Carmona, el abogado de la familia. 

Lucca Caraballo fundó la Sonora Ponceña en 1954. El mismo es dirigido por su hijo, el virtuoso pianista Enrique “Papo” Lucca.

La Sonora ha lanzado más de una veintena de discos, entre los que se destacan “Fuego en el 23” (1969), “Navidad criolla” (1971), “Algo de locura” (1971) y “Desde Puerto Rico a Nueva York” (1972), “Guerreando” (1992), “Soul of Puerto Rico” (1993), “Apretando” (1995), “Puro sabor” (2000) y “Otra Navidad criolla” (2008).

Entre sus temas más exitosos figuran “La montaña del oso”, “Yambeque”, “Bomba carambomba”, “El pío pío”, “Boranda”, “Hasta que se rompa el cuero”, “Canto al amor”, “Moreno soy”, “Mi lindo Yambú”, “Remembranza” y “Pensándolo bien”.

El  fundador  de la  orquesta salsera debutó en la década del 70 con la fórmula de buena salsa. Se destacó por ser un director visionario. Le  delegó  a su hijo Paco Lucca la consolidación del estilo musical de la Sonora  Ponceña  hasta el  presente. Juntos crearon la identidad de la agrupación que goza de admiración  y  respeto  en Puerto Rico y en el exterior. 

Antes de ser director de la orquesta, Quique fue taxista en Ponce y siempre se enorgulleció de contar esa parte de su vida. Transportaba pasajeros desde el área de la Playa de Ponce  al casco urbano. El  cuarteto evolucionó hasta convertirse en el Conjunto Nacional, que eventualmente dio .paso a  la formación de La Sonora Ponceña, según narran Telemundo y Univisión

Quique murió con “las botas  puestas”, como se dice en el medio, dado que  aun con sus  percances  de salud, en los  últimos años asistió a la mayoría de las presentaciones que podía de la agrupación musical y se ubicaba desde una de las esquinas del escenario con su habitual gorra, comentan sus biógrafos a medios boricuas.