Colombia ofreció hoy en Naciones Unidas la experiencia obtenida en las negociaciones para la finalización de su conflicto armado, de más de medio siglo, para apoyar a otros países que buscan consolidar la paz.

"Las naciones que conocemos las dificultades que existen para alcanzar la paz sabemos que el camino no es fácil, pero creemos con convicción en la posibilidad de lograr la paz", dijo la embajadora colombiana ante la ONU, María Emma Mejía, en un debate del Consejo de Seguridad sobre la consolidación de la paz.

En la sesión, en la que intervinieron más de medio centenar de países, numerosas delegaciones aprovecharon para destacar los avances logrados por el país suramericano en sus negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se llevan a cabo en Cuba desde 2012.

"Es la esperanza de mi país, que el caso colombiano sea uno de los muchos casos de éxito en el logro de la paz y que con nuestras lecciones aprendidas podamos aportar a quienes están como nosotros, en el camino de la consolidación de la paz", dijo Mejía.

La representante colombiana subrayó que "cada caso es distinto" y que, por tanto, Naciones Unidas debe adaptar sus acciones a las necesidades particulares de cada situación.

Al mismo tiempo, destacó que para tener un impacto sobre el terreno, la ONU debe contar con "recursos suficientes, predecibles y sostenibles para la consolidación de la paz".

En ese sentido, recordó que mientras el presupuesto para las operaciones de mantenimiento de la paz supera los 8.000 millones de dólares anuales, el fondo para la consolidación de la paz apenas cuenta con 100 millones.

En el debate, impulsado por Venezuela, país que preside este mes el consejo, los países discutieron el papel de la ONU en situaciones como los posconflictos.

Naciones Unidas está preparando actualmente una misión civil que colaborará en la supervisión de la paz en Colombia.

Los inspectores de la ONU formarán el componente internacional del mecanismo tripartito de monitoreo y verificación del alto el fuego pactado por las partes, en el que también participarán representantes elegidos por el Gobierno y por la guerrilla.

La misión se pondrá en marcha oficialmente tras la firma definitiva de la paz y contará con un mandato de 12 meses, aunque prorrogable si así lo solicitan las partes.

EFE