La Organización Mundial de la Salud, OMS, celebra cada 19 de octubre el Dia internacional de la lucha contra el cáncer de mama, con el fin de crear conciencia y promover a que todas las mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos para combatir esta enfermedad.

En Colombia, de acuerdo con la institución mundial, el cáncer de mama ocupa el primer lugar de incidencia con un 13,7 %, que corresponde a 15.509 casos nuevos y 4.411 decesos por este tipo de cáncer (datos del 2020).

Investigadores aseguran que una, de cada ocho mujeres en el mundo, tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida y esta es la razón principal del por qué deben hacerse el autoexamen y una evaluación regular en sus senos antes de los 40 años, sobre todo si hay antecedentes familiares.  

El cáncer de mama no es una enfermedad infecciosa, o transmisible, como ocurre con el Virus del Papiloma Humano, VPH, y el de cuello uterino. La mayoría de los casos ocurren en mujeres mayores de 40 años, sin ningún factor de riesgo aparente.

Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad están: El envejecimiento, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, antecedentes familiares, historial de exposición a radiación, fumar y el uso de terapia hormonal posterior a la menopausia.

También hay factores que reducen la probabilidad de padecerlo: La lactancia materna prolongada, ejercicio físico habitual, control de peso, evitar consumo de alcohol, exposición al humo del tabaco, a la radiación o el uso prolongado de hormonas.

Sin embargo, aunque todos estos factores de riesgos se pudieran controlar, el riesgo de padecer la enfermedad se reduce a un 30%. El principal factor de riesgo es ser mujer, pero, aproximadamente, entre el 0,5 % y el 1% de los casos afectan también a los hombres, cuyo tratamiento es igual al de las mujeres.

Y aunque los antecedentes familiares es un factor de riesgo, en la mayoría de las mujeres que se diagnostican con esta enfermedad, no tienen antecedentes familiares conocidos, razón por la que todas ellas están expuestas a este tipo de cáncer.

La realidad es que existen mutaciones genéticas hereditarias que aumentan el riesgo en los genes BRCA1, BRCA2 y PALB-2. En estos casos el tratamiento a considerar para disminuir el riesgo es la extirpación quirúrgica de ambos senos.

La prevención de la enfermedad es la máxima herramienta para combatirlo. La mayoría de las veces en un autoexamen el paciente nota algún cambio en sus pezones o en su seno y es razón suficiente para que consulte a su médico, aun cuando no sienta dolor.

Los síntomas característicos son: Nódulo o engrosamiento en el seno, alteración en el tamaño, forma o aspecto del seno, aparición de hoyuelos, enrojecimiento, grietas u otra alteración en la piel, cambio de aspecto del pezón o alteración en la piel circundante y secreción anormal por el pezón.

La buena noticia es que el 90% de las masas mamarias no siempre son cancerosas, pueden ser masas benignas como fibroadenomas, quistes o infecciones. Si hay una anomalía en los senos que persista por más de un mes, es importante hacerse exámenes especializados como mamografías o muestras de tejido (biopsia y determinar si la masa es maligna (cancerosa) o benigna.

El cáncer de mama si no recibe un tratamiento oportuno puede esparcirse a otras partes del cuerpo, como los ganglios linfáticos de la axila y con el tiempo, las células cancerosas pueden llegar a otros órganos como los pulmones, el hígado, los huesos y el cerebro.

Las terapias contra este cáncer como, radioterapias, braquiterapias, quimioterapias, etc., son eficaces dependiendo del estado de la enfermedad y que este se cumpla a cabalidad. Si un tratamiento se realiza de manera parcial es poco probable que haya un resultado positivo.

Esta batalla ha sido librada por muchas mujeres valientes como Dilia y mi mamá, a quienes hoy las abrazo hasta el cielo y gracias a otras que aún puedo abrazar como a mi amiga Sonia quien es sobreviviente del cáncer de mama y es un ejemplo inspirador que nos recuerda que la vida sigue siendo bella y hay muchas razones para seguir luchando.

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