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¿Por qué los jóvenes no quieren tener sexo?

A mis 20, el sexo era lo más deseado, excitante y arrechante de la vida. Mi preocupación era embarazarme, más tarde pasaría, pero en ese momento por supuesto que no pensaba en hijos. 

En mis tiempos, éramos más alborotados, de ahí el boom de las campañas para el control de la natalidad con el uso de preservativos y las pastillas anticonceptivas.

Hoy la realidad es otra. Contra todo pronóstico, los millennials y la generación Z tienen menos relaciones sexuales que las generaciones anteriores. Las razones son diversas, pero los expertos hablan incluso de una recesión sexual.

De acuerdo con los expertos, los jóvenes tienen nuevas dinámicas sociales, al igual que usan de manera desproporcionada la tecnología. Sin contar que están viviendo una época en donde no hay misterio, porque solo a un clic obtienen lo que quieren.

Lo paradójico es que la reducción de la actividad sexual no solo la viven los solteros, sino que también pasa en relaciones de pareja. Esta conducta se viene registrando en jóvenes entre los 20 y 35 años.

Paloma Carvajalino, experta en trastornos emocionales, explica esta conducta: “Todas las dinámicas de relación han cambiado y eso lo hemos visto mucho desde la psicología; entre más conexión, menor es la libido en los jóvenes. La libido tiene que posarse en algún lado y cuando estamos atrapados en otras cosas, esta disminuye”.

La experta dice que esta sobreexposición permanente a estímulos externos hace que la libido se desvíe, lo que trunca su correcto direccionamiento. Por lo tanto, empieza a disminuir. 

Por otro lado, está el deseo sexual, el cual necesita de varios elementos: curiosidad, misterio, juego e incluso que sea prohibido.

Al respecto, Carvajalino dice: “Hoy en día esto cada vez está más explícito, más al alcance de los jóvenes y lo vuelve menos interesante, cosa que termina por afectarles. Esto pone nuevos intereses en las dinámicas de la sexualidad”.

El ginecólogo y sexólogo, Germán González, revela que: “Estamos en un mundo de acceso a la información y eso va disminuyendo el tema de la libido. Sin embargo, en la medida que aumenta el nivel de lo que vemos, las mujeres aprenden a ser apetecidas y los hombres a tratarlas como objetos”.

Por otra parte, la salud mental en estos tiempos es el talón de Aquiles de todos, pero en especial de los jóvenes al ser más propensos a padecer trastornos como ansiedad, depresión y estrés. El sexólogo menciona que el uso de medicamentos influye en la disminución del deseo sexual.

Los expertos coinciden que una de las causas por las que se está reduciendo el sexo en los jóvenes, no solo en Colombia sino en todo el mundo, está relacionado con la insatisfacción sexual, la cual se relaciona con dos aspectos: la falta de comunicación y el desconocimiento personal sobre sexualidad.

Sin embargo, en algunos casos, sorprenden las cifras. Por ejemplo, el 43% de los jóvenes entre 18 y 34 años en Japón son vírgenes. 

Además de las causas anteriores, se suman a este coctel otros ingredientes relacionados con las preferencias de los jóvenes:

  • Prefieren el sexo en solitario para ahorrarse el mal de amores y unos buenos cachos.
  • Priorizan su realización personal como el estudio, el trabajo, viajes, antes que tener una relación de pareja o casarse.
  • Les temen a las aplicaciones de citas por un posible acoso o abuso sexual.
  • El porno como un mal referente sexual, en el que los hombres se muestran como sementales y las mujeres como objetos sexuales. 


Si bien es cierto los jóvenes no se emparejan con facilidad, esta también puede ser una buena lección, de acuerdo con la antropóloga Helen Fisher, del Instituto Kinsey:

“Me gustaría que la gente entendiera que, si bien los millennials no se casan todavía y no están teniendo sexo como mi generación, las razones son buenas. Los solteros de hoy buscan aprender tanto como sea posible sobre una pareja potencial antes de invertir tiempo, energía y dinero en el noviazgo”.

La antropóloga agrega, y lo resume con esta reflexión:  A lo mejor tendrán menos parejas a lo largo de sus vidas, pero seguramente se divorciarán menos que sus progenitores.

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