Macho alfa…sé paz
En estos tiempos de Navidad te quiero hablar a ti, macho alfa, proveedor de la casa. Decirte, que los tiempos cambiaron, que ya la mujer aguantadora está, por fortuna, en vía de extinción. Que lo que te asiste, es la obligación de tratarla bien, que no tienes dominio sobre su ser, que debes respetarla en su dignidad, y también valorar lo que hace.
Crees que porque está en la casa, atendiendo a los hijos y a ti, es menos, hasta de bruta la tratas y estás muy equivocado. Ten presente que ella, básicamente ha claudicado sus sueños, por complacerte, señor productor de billetes, y cuando se acuesta en la noche, puede incluso dolerle más la espalda que a ti, pero no posa de víctima pidiendo la conmiseración que en tú caso se te volvió costumbre, con la narrativa de que te revientas el lomo para que a nadie en la familia le falte nada. El día que revises a conciencia y en detalle todo lo que hace tú mujer durante el día, para que la casa esté en orden, para que los niños tengan una vida “normal”, para atender todas tus demandas, que son infinitas, entonces sabrás, quién es la que realmente se rompe el lomo en esa casa.
Pero además, es ella y solo ella, quien sostiene los principales cimientos de amor y armonía en el hogar, así persistas en convertirlo todos los días en una pesadilla de gritos y maltratos.
Tú, que consideras que como a ti te criaron con rejo, así debes criar a tus hijos, tú que crees que la mujer solo nació para atender a su marido y para estar en la casa, quiero decirte, que deberías buscar ayuda psiquiátrica, te quedaste viviendo en un mundo que ya no existe brother.
Qué extraviado estás, pensando que lo más importante es la plata. Otra cosa, ¿a qué hora te convertiste en un carcelero?, que feo el ambiente de tú casa cuando la habitas. Y los pelaos, pobres pelaos, qué inmenso daño les provees a su salud mental. Sabes, justo por papás como tú, es que salen muchachos díscolos a quienes la fatalidad persigue.
Reflexiona, cambia, estás a tiempo, porque poco a poco, las mujeres aguantadoras serán del pasado y la tuya, qué falta te hará. Ya quítate esa herencia malsana del machismo, créeme no eres menos hombre por mostrar amor, por atender a tú mujer, por tratarla con consideración, por abandonar las ofensas en la casa. Sabes, todos en casa preferirían tener, así sea en medio de las escases, a un padre y marido amoroso que lucha en familia por un mejor porvenir; y no a un ogro violento al que no se le puede hablar, así esté lleno de plata.
Ahora, aunque no me lo pediste, te haré un favor… fui y regresé del futuro, y te puedo confirmar que en ningún caso, un hogar con un líder como tú, termina bien.
A ti mujer, déjame decirte, que te mereces una vida llena de amor y respeto. Ya está bueno.
Según cifras reportadas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en el año 2022 en Colombia se registraron 47.771 casos de mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, cifra que en comparación con el año 2021, presentó un aumento del 68.5%. Las mujeres fueron las mayores víctimas con un 77,74% de los casos.