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La química del amor

Cuando conoces a alguien y pasa algo que no puedes explicar: Te conectas, inmediatamente, con él o ella, sin razón aparente y experimentas sentimientos intensos, caóticos e incluso contradictorios. Todo esto ocurre por la combinación de hormonas que te vuelven, literalmente, “loco de amor”.

Quizás esta revelación le quita algo de magia a este maravilloso sentimiento, pero la realidad es que, científicamente, el amor se explica desde los procesos biológicos, los impulsos nerviosos y las reacciones eléctricas.

Cuando usted se enamora, el cuerpo libera muchos químicos y  experimenta algunas reacciones físicas como: Aceleración del ritmo cardíaco y la respiración, una descarga de energía, euforia, alegría y excitación.

Este comportamiento es similar al que experimentan los consumidores de cocaína o los opiáceos e incluso a quienes padecen trastornos obsesivos. Como todo proceso químico pasa por algunas etapas:

Etapa 1: Atracción: ¿Qué nos atrae de otra persona? Cada uno sabe cuáles son sus gustos de manera consciente o inconsciente. En ocasiones le atrae alguien porque tienen valores similares, sentido del humor e incluso una apariencia física particular, pero no todas las veces es garantía para que le guste.

La razón científica está relacionada con el instinto reproductivo. Si las parejas tienen sistemas inmunitarios distintos, la carga genética será más variada. En esta etapa, específicamente, hay una descarga hormonal de dopamina, norepinefrina y feniletilamina:

-La dopamina, o droga del amor, es un neurotransmisor que produce placer y euforia cuando se está con la persona que le gusta. Tiene un sistema potente de recompensa y por ello crea “la necesidad” de estar con ella.

Es el mismo neurotransmisor que se activa en los ludópatas (adictos a los juegos de azar) y los farmacodependientes. Cuando desaparece el efecto de la dopamina, tanto en el amor como en otras adicciones, la persona cae en la tristeza y la obsesión.

-La norepinefrina, esta hormona hace latir el corazón con más fuerza, eleva la presión arterial, provoca alegría y euforia desmedida, a tal punto, que inhibe las sensaciones de hambre y sueño.

Pero hay más, además de esta montaña rusa de emociones, gracias a la norepinefrina, ya no piensa con claridad; es decir, no oye, ni ve, ni entiende y solo existen dos personas en el universo, usted y su amado o amada.

-La feniletilamina: Si lo anterior les pareció intenso, ahora si llegó la cereza del pastel. Esta sustancia invade y domina tu cuerpo por completo. Este neurotransmisor en llave con la dopamina y la norepinefrina vuelve todo más intenso.  Como dato curioso, es familia de las anfetaminas y se encuentra en altas dosis en el chocolate.

Etapa 2: Conexión hormonal: La primera etapa se caracteriza por ser la más pasional. En esta segunda etapa, se afianza el vínculo de las parejas. Además de la química del amor, también influyen factores como el compromiso y la estabilidad. El coctel hormonal continua, en esta etapa con la oxitocina y la serotonina:

-La oxitocina, se libera con el contacto físico (abrazos, besos y sexo, en especial cuando se producen orgasmos). Ayuda a crear lazos fuertes y permanentes.

-La serotonina: Es el neurotransmisor de la felicidad y  se libera  cuando estas al lado de la persona que amas. Sin embargo, cuando el cerebro se habitúa a ella, cada vez quiere una dosis más grande.

La cuestión es que, si una relación termina, los niveles de las hormonas del amor, caen en picada y provocan sentimientos de frustración, angustia y tristeza profunda.

Los expertos confirman que el cerebro necesita un tiempo para recuperarse y nivelarse químicamente. Por lo tanto, los psicólogos recomiendan una terapia de contacto cero, luego de una ruptura porque es probable que el contacto con un ex reactive los neurotransmisores del enamoramiento.

En este proceso químico también intervienen otras hormonas como:

-La adrenalina: Liberada en el torrente sanguíneo y actúa en el sistema cardiovascular, mantiene el cuerpo alerta en situaciones de excitación, emociones e incluso estrés.

-Las endorfinas: Son neurotransmisores que producen bienestar y felicidad, aunque alrededor todo sea un caos. El hecho de estar con la persona amada hará que todo sea ideal.

-Acetilona, endovalium y gonadotropinas: Este es un trío #sinrecato y van a entender el por qué. La acetilona es segregada por cualquier animal que este en estado de celo y es la que provoca el deseo de tener relaciones sexuales con la persona que le atrae. El endovalium y las gonadotropinas completan este coctel ardiente que actúa directamente en el deseo sexual. 

Con el paso del tiempo la etapa de enamoramiento tiende a desaparecer y aunque usted quiera a su pareja, siente que ya no es lo mismo. Esto se debe a que este coctel hormonal desciende, y muchas veces se malinterpreta como una “pérdida de amor”.

En verdad lo que ocurre es que los receptores neuronales se acostumbraron al enamoramiento químico. Lo importante es distinguir entre el enamoramiento y el amor. El enamoramiento está relacionado con las reacciones químicas del cuerpo, el amor está relacionado más con el compromiso y la estabilidad.

Hay que aceptar que la química del amor es la que domina la mayoría de las acciones y emociones. Sin embargo, aunque una persona active este coctel hormonal, debemos tener el control de lo que sentimos.

Ahora bien, lo más importante es romper con esa creencia que ante el enamoramiento nada se puede hacer. Muchas parejas llevan relaciones tóxicas y se justifican porque “están enamoradas”. La realidad es que las personas también tienen capacidad de raciocinio para elegir lo que más le conviene.

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