El presidente ruso, Vladímir Putin, denunció este lunes presiones "sin precedentes" sobre los países interesados en importar armas rusas, lo que no ha impedido que la cartera de pedidos de la industria militar nacional casi se duplicara en 2017.

"No es ningún secreto que los países que quieren cooperar con Rusia en la esfera técnico-militar sufren una presión abierta y sin precedentes", dijo Putin durante una reunión con la comisión de cooperación militar.

Putin subrayó que el objetivo "no es sólo librarse de un competidor en el mercado armamentista global, sino minar la capacidad de defensa de algunos países y agudizar su retraso en materia militar".

Con todo, destacó que la industria militar rusa ha demostrado su "enorme potencial" al ser capaz de aumentar los niveles de cooperación pese a las "provocaciones políticas".

"Rusia ha confirmado su estatus como uno de los principales exportadores de armamento en el mercado global. Según los resultados del pasado año, el volumen de contratos firmados casi se duplicó, hasta alcanzar los 16.000 millones de dólares", insistió.

Putin estimó en más de 45.000 millones de dólares el volumen de pedidos de armas y equipos militares, y resaltó que la "geografía" de la cooperación militar aumenta permanentemente e incluye ya a más de un centenar de países.

"Este éxito es especialmente valioso debido a las duras condiciones no competitivas en las que deben operar las compañías rusas", dijo.

La pasada semana en su discurso sobre el estado de la nación Putin declaró que Rusia posee armamento nuclear de nueva generación capaz de superar el escudo antimisiles estadounidense.

EFE