Las empresas de transporte europeas enfrentan en estos momentos enormes dificultades para conseguir conductores de camiones de carga, y se estima que hay una oferta vacante para 400 mil camioneros o ‘muleros’, como se les conoce en Colombia.

Pero lo que puede resultar atractivo como oportunidad laboral, enfrenta un grave problema: los bajos salarios que ofrecen y las difíciles condiciones laborales.

Sin embargo, lo que puede considerarse nefasto laboralmente para la mano de obra europea, puede representar, en cuanto a la paga, una buena oportunidad para los latinos y colombianos en particular que andan tras una oportunidad de enganche de trabajo.

Esta escasez de conductores en Europa ya se conocía desde antes de la pandemia, pero se agravó con esta crisis.

En el Reino Unido, combinada con los efectos del Brexit, provocó además dificultades en el abastecimiento de combustible.

Hay también otros países afectados: Polonia, presenta un déficit de más de 120 mil camioneros; Alemania cerca de 60 mil y España de 15 mil, de acuerdo con un estudio de la consultoría británica Transport Intelligence (TI), publicada por la prensa europea.

En Francia las empresas tienen una carencia de entre 40 mil y 50 mil conductores, dos veces más que en 2017, dijo a su vez la Federación Nacional de Transportes de Carretera.

La crisis enfrenta también otras razones: la población de conductores ha envejecido, a los jóvenes no les atrae el oficio, y las ya citadas condiciones de trabajo, que no son buenas y los salarios bajos, revela el análisis.

Para atraer mano de obra se lanzan campañas como de que ser camionero “no es necesariamente más sencillo, sino mucho menos mecánico y físico, y con más asistencias electrónicas, y los conductores recorren distancias más cortas que antes”.

La búsqueda de conductores no solo incluye a jóvenes, asalariados en reconversión y desempleados, sino también mujeres que aunque conforman una parte mínima de los conductores, son también muy requeridas para el oficio.

Para los principiantes en el oficio hay escuelas de formación en las que cuesta entre 4.500 y 7.000 euros la capacitación.

La mayoría de las veces financiada por el empleador o por ayudas de los estados.

El aprendizaje se ha desarrollado mucho, y se puede acceder a la licencia de camión grande a partir de los 21 años.