Luego de acoger los argumentos de la Fiscalía General de la Nación, un juez de control de garantías envió a la cárcel a Jhon Nicolas Morales Posada, como presunto responsable del delito de feminicidio agravado, ocurrido en Anserma (Caldas), en el 2017 contra su esposa, Paola Andrea Salazar Zapata.

Tras cuatro años de investigaciones realizadas por el CTI de la Fiscalía se estableció que la mujer no murió por suicidio, al ingerir 20 pastillas relajantes, sino que al parecer Morales Posada la habría asfixiado mientras dormía profundamente por el efecto del medicamento que este la habría hecho tomar mediante engaños.

Según los resultados del nuevo análisis que realizó el Instituto Nacional de Medicina Legal en la Regional en Pereira (Risaralda), a las fotos que le tomaron al cuerpo de Salazar Zapata el día de los hechos se observan rasgos que determinan que la mujer fue asfixiada. Además, se determinó que el medicamento que había tomado solo provoca la muerte al ingerirse más 6 mil pastillas.

Se conoció que ese día en horas de la mañana la familia de Paola Andrea trató de comunicarse con ella, pero no respondía ni llamadas ni mensajes, por lo que le pidieron al hoy imputado que abriera la puerta de la casa donde vivía, pero este argumento que él no tenía llaves de la casa porque ella se las habría quitado. Por está razón, tumbaron la puerta e ingresaron.

Al entrar hallaron a la víctima en su cama y con dos frascos de medicamento vacío a su lado, por lo que, sus familiares pensando que aún estaba con vida, la trasladaron a un centro asistencial donde les confirmaron que había muerto hacía varias horas.

De acuerdo con las indagaciones y entrevistas a familiares, amigos y testigos, al hoy procesado lo vieron salir de la residencia el día de los hechos en horas de la mañana y según lo narrado, el hombre habría guardado las llaves de la casa en un canguro.

Cercanos a la víctima dijeron que Morales Posada, presuntamente, la habría amenazado de muerte, ya que tenían problemas por celos.