José Granados Fernández

@JoseGranadosF

El 18 de marzo de 2016 el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, entregó al Hospital Cari de alta complejidad un tomógrafo axial MX de 16 cortes, hoy el moderno equipo está fuera de servicio: es otro lucro cesante por la crisis administrativa y financiera que mantiene al borde del cierre total a este centro asistencial.

Al momento de ponerlo en servicio se informó que el equipo computarizado, vital para salvar vidas por el tipo de exámenes diagnósticos que puede hacer, había costado 870 millones de pesos, de los cuales el Ministerio de Salud aportaba 650 millones, la Gobernación del Atlántico 100 millones y el Cari debía poner 120 millones.

Emisora Atlántico y Zona Cero.com fueron informados, inicialmente, de que el tomógrafo había sido apagado por el vendedor. Al indagar sobre el tema conocimos la realidad: la multinacional Phillips presentó las cuentas de cobro, el Ministerio de Salud y la Gobernación pagaron sus aportes, pero el Cari no lo hizo.

“No hay ningún software apagado ni nada por el estilo, como les dijeron”, manifestó una de las fuentes consultadas; “lo que pasa es que como el Cari no ha pagado, sencillamente, Phillips suspendió, hace un año, la posibilidad de prestar cualquier servicio de mantenimiento o reparación”, agregó.

De acuerdo con lo informado, el mantenimiento periódico del equipo, que tiene un “daño mínimo”, cuesta cerca de 7 millones de pesos. “Sin pagos no hay mantenimiento ni reparan los daños que se presenten”, ratificaron las fuentes. Como ha estado sin funcionar es posible que haya sufrido otros daños, teniendo en cuenta que es un tomógrafo es “sensible y de especial cuidado”, dijo un empresario que comercializa este tipo de equipos.

Durante la agudización de la crisis del Hospital Cari en la administración de la gerente Rocío Gamarra la ocupación ha disminuido del 68,7% en 2016 al 11,2% en el presente mes de julio, lo que ha bajado los ingresos por la caía de los servicios médicos especializados. Hoy, de los 40 servicios autorizados solo 13 están abiertos, pero apenas 4 tienen unos pocos pacientes, de acuerdo con una reciente visita de la Secretaría de Salud del Atlántico.

Por esa razón, directivos del Cari cuestionan que por no pagar el tomógrafo, equipo que cualquier hospital público de la región y el país desearía tener, no esté funcionando un servicio que debe generar “buenos ingresos”. El presidente de la Junta Directiva, Juan Carlos Muñiz, no entiende -al igual que otros directivos- que la gerente Gamarra no haya pagado pese a los ingresos que ha recibido por las deudas de Caprecom.

En la última reunión de la Junta, Guido Santander, representante de los usuarios, expuso que durante el año que lleva fuera de servicio el tomógrafo han dejado de hacer cerca de 1.200 exámenes. Sin embargo, trascendió que el número de exámenes sería mayor si se tiene en cuenta que cuando el equipo estuvo en servicio el Cari hacían entre 200 y 250 tomografías mensuales, lo que daría un total de entre 2.400 y 3.000 exámenes en un año.

“Un tomógrafo es un equipo que se paga solito, bien manejado y administrado produce lo suficiente para recuperar la inversión”, dijo el empresario consultado.

Ante esta situación, la Junta Directiva, pese a las limitaciones impuesta por un fallo del Tribunal Administrativo del Atlántico que les impide darle órdenes o instrucciones a la gerente Rocío Gamarra en cuanto a gastos, le pidieron que pague la deuda del equipo para que reciba el mantenimiento y vuelva a funcionar antes de que sufra un daño que lo deje inservible para siempre.