Una familia en Malambo vive un verdadero drama, en medio de un 'mar' de incertidumbres, pues uno de sus miembros falleció por Covid-19, el pasado 15 de mayo y es la hora y la Secretaría de Salud del municipio no les ha realizado pruebas ni ningún tipo de seguimiento.

El paciente muerto fue identificado como Joaquín Altamar Escorcia, de 28 años, quien además del coronavirus padecía una obesidad y tenía constantes problemas de ahogo, por sus dificultades respiratorias.

Marlis Altamar, hermana del fallecido, denunció a Zona Cero serias negligencias en el caso de su hermano y en el que afrontan 12 miembros de su familia, que tuvieron contacto con el positivo de Covid-19.

“Él fue ingresado al Hospital de Malambo, el viernes 8 de mayo. Le hicieron una prueba y nos dijeron que en 72 horas nos daban el resultado. Lo llevamos a urgencias porque presentaba ahogo”, relató la mujer.

Contó que le hicieron un tag a su hermano y un doctor les manifestó que iba a durar de tras a cuatro días internado y aislado, por ser sospechoso de Covid-19. Sin embargo, en la tarde lo remitieron para la Clínica Adela de Char, en Soledad.

“Lo ingresan. Estuvo con la esposa hasta la madrugada cuando le dicen a ella que lo iban a meter a UCI por sus problemas de respiración. Pesaba 163 kilos. Tenía obesidad. No era la primera vez que se ahogaba”, indicó Marlis.

Según su relato, en esa clínica también le hicieron la prueba de Covid-19 y les indicaron que el resultado se lo entregaban en 7 días.

Eran dos resultados que estaban esperando. Uno en Malambo y otro en Soledad.

El 9 de mayo les dijeron que lo iban a dejar internado, en la clínica Adela de Char, porque posiblemente él presentaba los síntomas del virus, por consiguiente le hicieron el tratamiento y lo tenían aislado, de acuerdo con el relato de la mujer.

El paciente duró 8 días internado. Durante ese tiempo, no les entregaron el resultado de la prueba de esa clínica ni el del Hospital de Malambo.

El estado de salud del paciente ya estaba complicado. Su fallecimiento se produjo el viernes 15 de mayo y los familiares empezaron a insistir en los resultados de las pruebas, sobre todo a la Línea Covid de la Secretaría de Salud de Malambo.

Duró dos días en la morgue de Adela de Char y el domingo 17 de mayo, Marlis le indicó a la operadora de la Línea Covid que aprobaban la cremación de su hermano.

“A los cinco minutos que decidimos cremarlo, nos llaman y nos dicen el resultado está listo, pero que lo entregaban el lunes por escrito. Apareció por arte de magia”, aseguró.
 
El lunes 18 de mayo, es decir ayer, confirmaron que Joaquín era positivo de Covid-19, por lo que exigen un seguimiento para toda la familia. Hay un señor de 65 años y cuatro niños, dos de ellos hijos del fallecido y una sobrina que tiene síndrome de down.

“Estamos desesperados. La Secretaría de Salud no nos para bolas. Ya es para que nos hubieran practicado pruebas. Además, en nuestra casa funciona un negocio de chicharrones y hemos entregado domicilios”, contó.

“A tres hermanos de Joaquín las empresas los devolvieron para las casas porque no se han hecho las pruebas”, agregó.

Marlis Altamar indicó que el deber de la Secretaría de Salud es hacerles seguimiento, pues se puede presentar un foco de contagio en la familia. Su hermano duró ocho días en UCI y en ese tiempo, nadie los fue a visitar, según su versión.

Además, manifestó que también solicitaron una desinfección y tampoco han tenido respuesta.

Resulta imperioso que la Secretaría de Salud de Malambo le haga seguimiento a la familia Altamar, por el simple hecho de descartar si hay más contagiados.