El asesinato de Jan Rocha Fuentes, de 10 años, a manos de su expadrastro Fabián Quintero Ramírez, en medio de un ataque a bala dentro de su vivienda en Malambo, ha destapado el vía crucis que estaba viviendo su madre, Liney Fuentes Cabrera, en medio de la búsqueda de un amparo policivo para protegerse del hombre que le arrebató la vida a su pequeño. 

La mujer indicó la mañana de este miércoles, que tras la separación con Fabián empezó a vivir momentos de persecución por parte de su expareja, quien la vigilaba a donde quiera que iba y la amenazaba.

A raíz del hostigamiento Liney manifestó que buscó ayuda en una comisaría de familia del municipio, donde no recibió la ayuda que estaba necesitando. 

“Me acerqué a la Fiscalía el 19 de noviembre, llegué a la Comisaría de Familia, me dan un amparo policivo, en la Fiscalía me dice que eso hasta el momento no tenía como seguridad, porque tenían que ver si era amenaza. Yo decía me está amenazando y me respondían que si pasaba algo debía llamar a la Policía”, manifestó Liney. 

Ante la respuesta de la Fiscalía, Liney con el documento del amparo policivo que le entregaron en la comisaría buscó en varias oportunidades a uniformados del cuadrante para que la acompañaran a entregársela a Fabián. 

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“Nos dieron una constancia, una copia para entregarle al señor Fabián, dicho papel no se le pudo entregar porque la Policía me decía que no estaba disponible para hacer el acompañamiento de entrega. Yo no me podía acercar al barrio porque él me estaba casando con un cuchillo para matarme”, expresó entre lágrimas la madre de Jan.Liney contó que incluso el pasado sábado volvió a buscar a los policías del Caí, donde le habría entregado un número de celular para que escribiera y le asignaran un patrullero. 

“Llamé el sábado a la Policía y le dije, respóndeme si me van a colaborar con dichos papeles, me dejaron en visto, lo llamaba, no me contestaba, me acerqué allá, le dije al cuadrante, mira, estoy escribiéndole, no pude entregar estos documentos al señor Fabián, me dijeron ahí está el papel del cuadrante, llámale a él, le explica y él te manda a la Policía allá. Nunca fueron a mi casa, nunca me llamaron, nunca me respondieron y mira lo que pasó”, aseguró. 

Además expresó que Fabián llegó a buscarla cuando ella no se encontraba en su casa, solo estaban su mamá y su hijo de 10 años. 

“Él iba a matarme a mí. Ese día mi hijo estaba durmiendo y mi mamá estaba cociendo, dicen los vecinos que él me estaba vigilando desde un monte que quedaba ahí, se cambió tres veces de ropa, compró cinco bolsas de basura y daba vueltas. Me vio salir y se dio la vuelta a perseguirme, pero como yo tengo moto no me alcanzó”, aseveró. 

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Sobre las especulaciones en el sentido de que Fabián Quintero cometió el hecho en medio de una enfermedad psicológica que padece, la mujer desmintió dicho cuadro clínico y aseguró que nunca vio a su expareja tomar medicamentos. 

“No tenía problemas ni tomaba pastillas, él no está loco. Él se está pasando por loco y no tiene problemas mentales, lo único que tenía era un problema en los ojos”, dijo la mujer asegurando que durante la relación Fabián nunca la agredió ni maltrató.

“Yo quiero que hagan justicia para mi hijo, porque él no era un perro, mi hijo era un angelito de Dios, no tenía que pasar por esto. Me duele mucho todo esto y la policía no me acompañó en el proceso que yo llevaba”, dijo Liney Fuentes. 

Finalmente, agregó que su hijo con la corta edad que tenía sabía la situación que estaba viviendo con su padrastro. 

“Me dijo ¡Mami, yo me voy a pasar una vacación con mi papá! Pero yo vengo en 10 días. Yo te quiero mucho, mami. Cuídate mucho. Porque él sabía el proceso que estaba viviendo. me escribía, mami cuídate mucho de Fabián”, agregó la dolida mujer.