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Frenar aumento de suicidios, desafío para 2024: en 2023 fueron 42 en Barranquilla

La cifra es alarmante.

Desde enero hasta este 29 de diciembre se registraron 42 suicidios en Barranquilla, de los cuales 35 fueron hombres y 7 mujeres, según cifras suministradas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

La cifra es alarmante pues en todo el país entre enero y noviembre de este año, la tasa de suicidio incrementó en 10,99 % con respecto al mismo periodo de 2022, pasando de 2.584 a 2.868 casos.

Suicidios en el país comparativo 2022-2023.

A su vez, la entidad señaló que hubo una variación de 284 casos de suicidio en comparación al año pasado.

Barranquilla por su parte, en el año 2022 registró 46 muertes por suicidio.

Barranquilla suicidios del 2022

Pero, ¿por qué incrementan los suicidios y mayormente en hombres?

La psicóloga, periodista y activista de prevención del suicidio, Anyiseth Sequera, contó a Zona Cero, que “en la escala de estadísticas a nivel mundial, el hombre se suicida más que las mujeres de acuerdo al sistema sociocultural. El cual explica que los hombres están sometidos a ciertas creencias irracionales, tales como que no pueden expresar sus emociones, porque la sociedad les ha hecho creer que ser vulnerables los hace inferiores”.

Anyiseth Sequera, psicóloga y activista de prevención del suicidio.

Sequera detalla que el hombre al no saber manejar estas emociones, y aguantar la presión social de que tiene que ser “fuerte”, que es el sustento del hogar, en situaciones de crisis, toma este tipo de decisiones.

“Cuando pasan situaciones difíciles surgen sentimientos de minusvalías, y por eso el componente sociocultural como bien comenté es de mayor peso en la figura masculina”, subrayó.

Sin embargo, es muy enfática en describir que independientemente del sexo, no existe una sola razón que conlleve a la persona hacia los pensamientos suicidas.

“Es importante comprender que el suicidio es un fenómeno multifactorial -es decir- son diversas las causas que emergen la presencia de dicho comportamiento que derivan de componentes que abarcan desde lo ambiental hasta lo psicosocial; aún así, el sufrimiento o la infelicidad profunda suelen ser un patrón visible en los individuos que conviven con la conducta del espectro suicida”, indicó Sequera.

¿Una depresión puede llevar a un suicidio?

“Si bien la depresión puede ser un detonante que evoque al suicidio, es relevante hacer énfasis que no todas las personas que convivan con la depresión precisamente terminen en acto suicida consumado. Y es que atribuírselo 100% a un trastorno o enfermedad mental también es de las falsas creencias que bien engloban a este fenómeno”.

Aclara que, si hay una relación entre el suicidio y los padecimientos mentales, pero comenta que también es relevante conocer que muchos de los actos consumados “se ejecutan en situaciones de crisis”.

“Entonces, comprendiendo así el significado de lo contextual que bien concierne a la persona, a su tristeza, razón de sufrimiento y -más aún- a la visualización del suicidio como “única salida” de ese malestar”.

La psicóloga declaró que el suicida sí avisa y da señales de lo que va a realizar. “Incluso las señales de alerta pueden ser desde las verbalizaciones negativas sobre sí mismos, sobre el futuro, las despedidas e incluso la expresión de muerte en sí: “me quiero morir”, “mi vida no tiene sentido”, “estarían mejor sin mí”, “no valgo nada”, “quiero descansar””.

“Y da señales no verbales -que van en concordancia con el cambio conductual- siendo uno de los más predominantes: el aislamiento; se evidencia además la pérdida de interés en su cotidianidad, el regalar objetos personales y de valor, aumento de las conductas de riesgos o disminución de sus acciones, concretar asuntos pendientes; también en la actualidad se puede agregar el cierre de las redes sociales”, describió.

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¿Piensa que la salud mental se convierta en tema de salud pública?

“Cada 40 segundos una persona se suicida, señalo lo que bien sostiene la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2014), quien cataloga al suicidio como una problemática alarmante que se atañe dentro de la salud pública, ya que la acción deliberada de quitarse la vida, despliega diversos componentes que -como se menciono anteriormente- acarrean desde lo ambiental hasta lo psicosocial; comprendiendo así la afectación que causa este fenómeno en distintas poblaciones”.

En Colombia, según el foro la salud mental en 'Primer Lugar' celebrado en Cartagena, muchos son los temas como, la violencia, la desigualdad social y el conflicto armado, que han dejado cicatrices profundas en el tejido social y han afectado a millones de familias en su salud mental, situación que se hizo más compleja con la pandemia Covid- 19, poniendo en evidencia la importancia de la salud mental como nunca antes.

El Viceprocurador General de la Nación, Silvano Gómez Strauch, reveló que, entre enero y mayo de 2023, al menos 1’517.933 personas presentaron trastornos y enfermedades mentales, de las cuales solo 619.488 han recibido diagnósticos. 

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Sobre esto, Sequera indica que "la comunicación responsable y asertiva sobre qué es la salud mental y la relevancia de la misma es muy importante por parte de los psicólogos o profesionales de la salud mental".

"Está evidenciado que la salud mental es un estado de bienestar general que parte desde la individuación y se extrapola hacia nuestros vínculos y escenarios que nos componen como persona; dándole la visualización correspondiente, brindando herramientas, impartiendo conocimientos, y desmoronando los tabúes que engloban la asistencia o el acompañamiento psicológico, y enfatizando que el buscar ayuda es fundamental tanto para el autocuidado como para la convivencia en sí, es algo muy importante".

Entre los trastornos que más se evidenciaron en el país según la Procuraduría se encuentran, el trastorno mixto de ansiedad y depresión, la ansiedad no especificada, la ansiedad generalizada, el episodio depresivo moderado, la perturbación de la actividad y la atención, los trastornos de adaptación y la esquizofrenia paranoide. Estas afecciones no eran tan evidentes como lo son en la actualidad.

Sequera también enfatizó que "el suicidio es un fenómeno ramificador que no sólo involucra a la persona que realiza el acto consumado, sino que trasciende a los allegados, los cuales se les reconocen como sobrevivientes y quienes transitan la pérdida de acuerdo al rol vincular con el fallecido".

Si bien subraya que "no existe una respuesta genérica que alivie el malestar del duelo por suicidio -el cual se vislumbra en el marco traumático- ya que la presencia de muerte es distinta a la habitual o a la “socialmente aceptada”; es importante el sustento en las redes de apoyo: el acompañamiento, el saber estar desde la empatía; buscar la manera de resolver los asunto pendientes con la inclusión de rituales de despedidas como acto simbólico mediante cartas, canciones, el arte, entre otros elementos significativos; la incorporación del perdón como mecanismo de autocuidado, comprendiendo que la decisión del acto es netamente individual".

Igualmente, recomienda la incorporación del acompañamiento psicológico, además de grupos de apoyo de personas con experiencias similares, pues ayudan a vislumbrar el sentido de la experiencia.

Para finalizar hizo un llamado a los medios de comunicación convencionales y alternativos en el marco del suicidio, pues considera que son agentes esencialmente preventivos cuando se maneja un asertivo tratamiento informativo.

"Es importante tener noción de los efectos que pueden generar las noticias como alcance en las comunidades, comprendiendo de esta forma la existencia del “efecto Papageno” como aquellas noticias que se ajusta a la línea preventiva, tras la divulgación compuesta por la veracidad y responsabilidad que amerita el fenómeno. En este sentido, se conoce entonces que la información precisa, las estadísticas correspondientes sobre el fenómeno, el hablar responsablemente sobre cómo lidiar con la conducta suicida, la propagación sobre la acción por parte de figuras públicas; la ramificación hacia los sobrevivientes y el autocuidado del comunicador, son aspectos relevantes en el marco del tratamiento informativo para la prevención del suicidio", apuntó.

Por otra parte, reseñó que "el sensacionalismo, la descripción del método suicida y la difusión de material videográfico, es parte del déficit comunicacional de dicho fenómeno. Con lo expuesto hasta ahora, se pretende demostrar la importancia de los medios de comunicación como agentes participantes en las comunidades, además de reconocer el alcance de estos en el marco de la opinión pública, inclusive dar a entender que no sólo los profesionales de la salud mental tienen la capacidad preventiva ante el suicidio, sino aquellos quienes tomen una participación activa en un sistema".

 

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