La escogencia de Barranquilla como sede de los XX Juegos Panamericanos 2027 no solamente ha generado gran expectativa en el país en general sino que, a nivel regional existe preocupación por lo que pueda ocurrir con la puerta de entrada para las delegaciones internacionales.

Y esa puerta es, ni más ni menos, que el aeropuerto internacional ‘Ernesto Cortissoz’, localizado en el municipio de Soledad pero que sirve a Barranquilla y la Región Caribe en general.

Un aeropuerto que hoy está en manos del Grupo Aeroportuario del Caribe S.A.S., mediante un contrato de concesión para la “administración, operación, mantenimiento, explotación comercial, adecuación, modernización y reversión tanto del lado aire como del lado tierra”, del ‘Ernesto Cortissoz.

Esta concesión, protocolizada por intermedio del contrato 003 del 5 de marzo de 2015, por valor de $610.153 millones (a pesos del 31 de diciembre de 2013), está bajo la tutela de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y, desde luego, en cabeza de la Ministra de Transporte, la barranquillera Ángela María Orozco.

Sin embargo, la expectativa que generó este nuevo concesionario, tras el rotundo fracaso del anterior, se ha convertido en otra tortura para los usuarios tanto de tráfico nacional como internacional.

Todo ello debido a las múltiples incomodidades que deben sortear en la terminal aérea. Lo grave del caso es que tanto el concesionario como la Ministra y el presidente de la ANI, Manuel Felipe Gutiérrez, intentan por todos los medios de justificar lo injustificable, intentando aparentar que “todo va bien” los verdaderos dolientes, es decir, los pasajeros, siguen sufriendo por las obras inconclusas, seis años después de iniciada la concesión.

Precarias condiciones para los Juegos Centroamericanos

Bajo esas condiciones, bastante pésimas, Barranquilla asumió el gran reto internacional de organizar los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, del 19 de julio al 3 de agosto.

Para esa oportunidad las delegaciones participantes tuvieron que enfrentarse al triste y caótico panorama del ‘Ernesto Cortissoz’.

Pero, el cronograma de la concesión en marcha fue suficiente razón para justificar al grotesco espectáculo de quienes están al frente del proyecto en los diferentes niveles.

Nada para la Asamblea del BID

Luego, la ciudad asumió otro gran reto internacional, uno de los más importantes en el mundo económico, como fue la Asamblea del BID, inicialmente programada para el mes de septiembre de 2020.

Nuevamente, concesionarios, Ministra y la ANI aseguraron que para esa ocasión el ‘Ernesto Cortissoz’ estaría en inmejorables condiciones. Era lo menos que se podía esperar debido a la presencia de importantes personajes del mundo económico, lo que le daría a la ciudad una excelente carta de presentación.

Sin embargo, los avances para esa época no eran los mejores y aunados a la pandemia por el Covid-19 finalmente la Asamblea del BID fue aplazada para el mes de marzo de este año.

Con un mayor tiempo se esperaba un mejor avance, incluyendo los acabados finales en algunos de los items y por los cuales se siguen registrando numerosas quejas de los usuarios.

En medio de la pandemia las directivas del BID restringieron la presencialidad, lo que a su vez favoreció el fracaso de los concesionarios que aún no tenían acorde al aeropuerto para un evento de tal magnitud.

Incertidumbre para los Juegos Panamericanos

Y ahora la ciudad asume otro gran reto internacional como lo son los Juegos Panamericanos 2027.

La situación actual del aeropuerto y la paquidérmica ejecución de las obras de ampliación y modernización es, quizás, el lunar negro que deberá tener la máxima prioridad, pues en materia de escenarios deportivos la ciudad de Barranquilla cuenta con una excelente infraestructura.

No se pueden seguir justificando las graves fallas que presenta el aeropuerto, las torturas a las que someten a los pasajeros, especialmente en el área de Migración, con una pírrica capacidad para los pasajeros, sin los elementos adecuados para el retiro de los equipajes y, peor, sin soluciones alternas a la vista.

¿Quiénes son los concesionarios?

Bajo las actuales condiciones, el concesionario (Grupo Aeroportuario del Caribe S.A.S.) le sigue debiendo respuestas concretas y contundentes a la ciudadanía.

Hay que recordar que este concesionario está conformado por las siguientes sociedades:

- Valores y Contratos S.A. (Valorcon S.A.), con el 41,5% de participación. Principales: Mauricio Antonio Gerlein Echeverría, Jaime Alfredo Massard Ballestas y Roberto Rivas Ramírez. Suplentes: Margarita María Muñoz Palacio, Mario Marino Villa y Jorge Jaramillo Henao.

- Equipo Universal S.A., con el 41,5% de participación. Principales: Juan Francisco Herrera Bojanini, Gabriel Montoya De Vivero, Ana Lucía Dugand Ocampo, Jorge Martínez Aparicio de la Peña y Jorge Ramiro Navarro Reyes. Suplentes: María Victoria Herrera Bojanini, Silvana Margarita Montoya De Vivero, Juan Carlos Vilariño Amalfi, Juan Eduardo Vilariño Amalfi y Martha Inés Cepeda de Navarro.

- Inversiones Milenium Azcipo S.A.S., con el 17% de participación. Principales: Samuel Roger Azout Papu, Álvaro Ramón González Serje, Regulo Antonio Diazgranados Lozano y Fernando Alberto Cepeda Sarabia. Suplentes: Alberto Azout Zafrani, Carlos Ernesto González Serje, Arnaldo del Valle Orozco y Alberto Rafael Cepeda Sarabia.

En esta última empresa figuran Alberto y Fernando, hermanos del Senador Conservador Efrain Cepeda Sarabia.

En resumen, lo que se exige es menos bla, bla, bla y más acción. Menos justificación y mayor ejecución.

Eso sí, ¡antes de que comiencen los Juegos Panamericanos 2027!