La Contraloría General de la República denunció sobrecostos en la dotación del Centro de Desarrollo Infantil del municipio de Codazzi (Cesar), que "empiezan con la compra de 7.000 pelotas para piscinas infantiles, pagadas por el entonces alcalde Efraín Quintero Mendoza a 2.900 pesos cada una, cuando a precios de mercado se cotizan en apenas 280 pesos".

La entidad de control calificó el caso de "aberrante", por tratarse de dineros del Programa de Primera Infancia.

Según la entidad, "debió pagar 1.960.000 pesos" y la administración municipal "pagó por dichas pelotas 20 millones 300 mil pesos".

Señalan que además la administración pagó 60.000 pesos unidad por sencillas claves de madera, aquellos instrumentos que se utilizan para que los infantes adquieran sus primeros conocimientos musicales.

"Los sobrecostos en algunos instrumentos musicales pasaron de los 26 millones de pesos. Eso suma lo que se pagó de más en castañuelas, maracas grandes, palos de lluvia, panderetas medianas, panderos, tambores infantiles en madera y triángulos", dice la Contraloría.

También incurrió en sobrecostos en la adquisición de pelotas ortopédicas, por las que se pagó más de 551.000 mil pesos la unidad, cuando se cotizan en 48 mil pesos.

"Uno de los mayores sobrecostos (casi 14 millones de pesos) se dio en la adquisición de 36 armarios de 2 puertas, así como en la compra de 50 gimnasios de espuma, donde se pagaron 8 millones de pesos en exceso".

Otro de los sobrecostos se dieron en las sillas plásticas, las mesas plásticas, los bloques lógicos de madera y los cubos didácticos; la adquisición de 50 balancines-caballitos en madera, por los que se pagaron $8 millones. Los auditores de la Contraloría los cotizaron a $70 mil pesos cada uno, o sea que realmente se debieron pagar $3 millones 500 mil pesos, lo que significa un sobrecosto de $4 millones 500 mil pesos.

La Contraloría General de la República evidenció que "los sobrecostos no se concentraron en unos pocos artículos, sino que correspondió a una práctica sistemática con toda la dotación infantil adquirida, que incluyó sillas para escritorios (pagadas con sobrecostos de más del 100%), y dispensadores de agua (por los que se pagó más de $1,2 millones por unidad)".

Muchos de los artículos de dotación supuestamente contratados, no se encontraban en las instalaciones para los que se habían adquirido, sin que dicha ausencia lograra justificarse.

Los sobrecostos fueron detectados luego que la Contraloría revisó la ejecución del Contrato No.005 de 2015, por cuantía total de $491 millones 481 mil pesos, suscrito por el entonces alcalde del Municipio de Codazzi, Efraín Quintero Mendoza, con el Consorcio Dotación 2015, representado legalmente por Paul José Saavedra, e integrado por Toyo Saavedra Mobiliario S.A.S. (Nit 900340278-3) y Giovani Ramiro Pérez Charris (Nit 77011995-0), cada uno con una participación del 50%.

Sobrecostos exagerados

Para la Contraloría General de la República, los precios pactados en el contrato se encontraban muy por encima de los precios de mercado. Algunos superaban hasta en más del 1.000% los valores ofrecidos por otros cotizantes, llegando al extremo donde, en un contrato por $491 millones 481 mil pesos, se evidenciaron sobrecostos por cuantía de $230 millones 730 mil pesos; es decir, más del 46% del valor contratado correspondería a sobrecostos.

Ante la gravedad de los hechos, el jefe del organismo de control solicitó y exigió al Gerente Departamental del Cesar, Juan Jaime Celedón Sánchez, que aperture el Proceso de Responsabilidad Fiscal respectivo, y en el marco de sus competencias y atendiendo el debido proceso, se tomen las medidas preventivas conducentes a la protección de los recursos de primera infancia.