Conmovedor reencuentro de una perrita con su ama luego de un año desaparecida
Según María Graciela Contreras, su mascota fue maltratada y tuvo crías por las señales de su cuerpo.
María Graciela Contreras Rubiano y su perrita Brandy protagonizaron un emotivo reencuentro, después de que el animal estuviera desaparecido por casi un año en Cali.
De acuerdo con su dueña, Brady se perdió cuando tenía 6 años de edad, el 10 de noviembre de 2014, luego de que su esposo la dejara salir a mediodía para que hiciera sus necesidades.
“La comenzamos a buscar por todo el barrio, la cuadra y después colocamos carteles de su búsqueda y nada”, contó para Zona Cero la dueña de la perrita.
Brandy, una perrita de raza Beagle, apareció el 4 de noviembre, días antes de que se cumpliera su primer aniversario. María comentó que todo fue por casualidades de la vida.
“Yo entré a Facebook para hacer una videoconferencia con mi esposo, quien reside en Estados Unidos, y cuando acabó la conversación vi que en la página de mi hermana (su hermana Carolina es animalista) habían rescatado a un perro y estaban buscando a sus dueños. Yo supe que esa era mi Brandy. Enseguida me comuniqué con el contacto que aparecía en la descripción”, dijo.
Cuando se comunicó con Martha, la mujer que encontró a su perrita, esta le confirmó que encontró al animal refugiado es una esquina debido al frío y muy malherido, la entró en su casa, bañó con agua caliente y curó sus heridas, pero lastimosamente no se puedo quedar con ella y la llevó a una fundación en Cali.
“Ella tenía sus dudas de que yo realmente fuera la dueña, pero la reconocí porque ella tenía un dedito fracturado de nacimiento, una verruga y una mancha en el lomo. Pactamos la cita y todo fue hermoso”, describió.
Brandy apareció en el sur de la ciudad, mientras que su dueña vive en el norte. María fue al centro veterinario donde estaba Brandy y no necesitó palabras para probar que era su dueña.
“Apenas me vio saltó sobre mí y no dejaba de lamerme, incluso lamió mis lágrimas”, resaltó.
Cuando fue encontrado, el animal tenía dermatitis crónicas, piel lacerada, desnutrición, otitis crónica y golpes en todo el cuerpo. También tenía signos de que había tenido crías por el tamaño de sus tetillas.
Según el veterinario que trató a Brandy, la perrita necesita tres meses de recuperación y descanso para sanar sus heridas.
Por su parte, María Graciela considera esto como un regalo de Dios y desde que su Brandy llegó a casa no se separa de sus hijas y de ella.