Tatiana González junto a su hija en una imagen de archivo
Tatiana González junto a su hija en una imagen de archivo
Foto
Semana.

Share:

Conmoción por niña que murió de encefalitis tras contraer un parásito en una piscina

Lo contrajo en un hotel en Santa Marta. Su deceso se confirmó en Bucaramanga.

La desgarradora historia de una niña de 10 años, quien falleció por una inusual infección que contrajo en su cerebro cuando vacacionaba con su mamá en Santa Marta, ha ganado terreno en las últimas horas por las redes sociales.

La encargada de dar a conocer este relato fue su madre Tatiana González, en entrevista con Semana. Era su manera de alertar a la comunidad sobre esta bacteria que reposa en piscinas y jacuzzis.

Madre e hija arribaron a Santa Marta a mediados del presente año para disfrutar en familia. Pasados dos días, la pequeña comenzó a presentar dolores en el oído, fiebre y otros síntomas. 

El diagnóstico parcial indicó que se trataba de una otitis  o infección del oído. No obstante, al regresar a su lugar de residencia en Bucaramanga la niña fue agravándose paulatinamente.

La menor apenas y pudo levantarse de la cama aquel 4 de julio. Se sentía horrible. No soportaba la luz que arropaba a su cuarto, ni tenía muchas fuerzas para ducharse, algo con lo que tuvo que ayudarla la empleada de servicio del hogar. Allí empezó a convulsionar en brazos de la doméstica.

En esas condiciones, la pequeña fue trasladada rápidamente a un puesto de salud. Pasados varios días de férrea lucha, perdió la vida el 28 de julio tras haber sido declarada con muerte cerebral dos días atrás. 

“Es un parásito que, debido a las altas temperaturas y aguas estancadas, puede vivir en áreas como piscinas o jacuzzis y se alimenta del cerebro. Los síntomas comienzan con fiebre leve y malestar general y algunas veces rinitis; ocurre, principalmente, en individuos sanos”, fue la explicación que dio a Semana, William Contreras, neurocientífico del Instituto Nacional de Salud (INS), ente que se puso al frente del caso.

Sus reportes han confirmado que lo que realmente le quitó la vida fue una encefalitis, una inflamación en el cerebro producto de un protozoo ameboflagelado, perteneciente al filo Percolozoa.

Su llegada al cerebro se dio por medio de la cavidad nasal, donde por medio de la inhalación de polvo o agentes contaminantes se suelen transportar este tipo de parásitos. Llegando a su objetivo inician a destruir las células nerviosas y los eritrocitos.

Tatiana considera que su hija contrajo el parásito cuando se metió en la piscina de un hotel en Santa Marta. Algo que se encontró con la triste realidad de no tener un tratamiento disponible en el país para combatir este tipo de enfermedades.

“Que su muerte sirva para que el Ministerio de Salud y el gobierno tomen las medidas sanitarias y preventivas en todos los lugares donde haya piscinas, ríos o espacios de agua dulce, donde se desarrolla esta ameba, y que los médicos del país estén listos para atender este tipo de casos”, afirmó Álvaro, el abuelo de la niña.

Sé que está conmigo, me siento, juego y si pierdo digo ‘Nía, nos ganaron’. Contamos nuestro caso para que otros niños y familias no sufran lo que nosotros. Estamos destruidos, devastados”, agregó.

'Don Álvaro' fue hasta las instalaciones donde cree que su nieta contrajo la bacteria que le quitó la vida y pidió mejorar sus filtros de seguridad. Algo que atendieron los dueños del mismo.

El sueño de la menor era ser gimnasta, narraron sus familiares, al recordarla como una nña amorosa a la que le gustaba el tenis, el patinaje y el ballet.

Más sobre este tema: