Los Comisarios que prestan sus servicios en el Distrito de Barranquilla exigieron mayores garantías de seguridad en sus despachos, tras los violentos hechos registrados ayer en la Casa de Justicia La Paz, cuando una mujer identificada como Milena Patricia Altamar Ojeda resultó víctima de una grave agresión cuando realizaba una diligencia de conciliación con su expareja, Jesús Salvador Tovar.

Aseguran que en esos despachos “no sólo están expuestas las familias que llegan a nuestros despachos sino también los funcionarios, quienes en múltiples ocasiones hemos sido víctimas de la intolerancia y el machismo. Diariamente exponemos nuestra integridad física y psicológica”.

Al respecto emitieron el siguiente comunicado:

La Asociación de Comisarios y Comisarias del Atlántico y el Sindicato de empleados de Inspecciones de Policía y Comisarías de Familia del Distrito de Barranquilla (Seinspocodib) repudiamos los hechos sucedidos en la Comisaría de Familia 4 de Casa de Justicia La Paz, que una vez más atentan contra el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y a tomar decisiones de no convivencia con su pareja, sin ser víctimas del machismo recalcitrante que aún persiste en nuestra sociedad.

Rechazamos la forma en que muchos medios de comunicación están difundiendo la noticia de manera engañosa y propiciando el matoneo y juzgamientos injustos hacia los funcionarios de estas dependencias.

Los Comisarios de Familia cumplimos nuestras funciones dentro del margen legal y constitucional. Los deplorables hechos acontecidos, sucedieron por situaciones que escapan a la órbita de nuestro quehacer profesional y no por omisión de la Comisaría de Familia del conocimiento.

Juzgamientos, señalamientos y buscar responsables, no es la solución a este flagelo que cada día cobra más víctimas mujeres, de ahí la importancia de mirar hacia otra forma de prevención de la violencia intrafamiliar, para buscar que esta se minimice en su máxima expresión.

Mientras no se cambie el modelo educativo en Colombia desde la primera infancia en los planteles educativos y en la familia, es poco lo que se puede lograr con campañas preventivas que son momentáneas. La educación es diaria y permanente, enfoquemos nuestros esfuerzos hacia ello.

De igual manera exigimos que se mejore la seguridad en los despachos de Inspecciones y Comisarías, con la presencia de la policía nacional y seguridad privada, pues no sólo están expuestas las familias que llegan a nuestros despachos sino también los funcionarios, quienes en múltiples ocasiones hemos sido víctimas de la intolerancia y el machismo. Diariamente exponemos nuestra integridad física y psicológica.