Su primera parada fue en Malambo.

Entre cantos y aplausos la comunidad de la Inmaculada Concepción de La Luna en Malambo, fue la primera en recibir al Cardenal Rubén Salazar Gómez, quien recordó sus 11 años de estadía en la Arquidiócesis de Barranquilla y manifestó el gran afecto que conserva por la comunidad atlanticense.

“Desde Bogotá continúo con el corazón aquí”, manifestó el purpurado.

El Cardenal estuvo en Campo de la Cruz, afectado desde la época de la ola invernal. En este municipio visitó la parroquia San José, en donde se reunió con la comunidad de fieles  y reconoció el deseo de las personas por salir adelante.

“Es un pueblo en que se vive y se siente que podemos avanzar por caminos de la solidaridad” afirmó el primado de Colombia.

Con la bendición a la primera de las 2432 casas que serán intervenidas por la Pastoral Social, monseñor Salazar recordó cómo en la reconstrucción del tejido social es importante salir de nosotros mismos y pensar en el otro.

“Hagámonos compañeros del otro, un pueblo unido es fuerte, puede generar procesos profundos de cambios” aseguró reafirmando el compromiso que debe tener toda la comunidad en la recuperación de este municipio.

El Cardenal también visitó las instalaciones del Seminario Regional de la Costa Atlántica Juan XXIII en donde manifestó su gran interés por la formación de los futuros presbíteros quienes serán los pastores de la Iglesia que hoy afronta grandes desafíos.

En su mensaje a los formadores, seminaristas e invitados especiales, el Cardenal haciendo eco de las palabras del Papa Francisco, manifestó la necesidad de que los sacerdotes y de quienes se preparan para recibir el ministerio sacerdotal, sean unos verdaderos pastores, que configuren su vida con Cristo y que gire en torno a su papel de pastores en la sociedad.

“Debemos oler a ovejas, así como nos lo recuerda el Papa Francisco” reiteró el también Arzobispo de Bogotá.