El tenista suizo Roger Federer afirmó este viernes afrontar el Abierto de Tenis de EE.UU. en las mejores condiciones de los últimos años, y señaló no sentir presión por ganar este Grand Slam, con el que no se ha hecho desde 2008.

"Estaba hablando hace un par de días que creo que es lo mejor que he sentido en años viniendo al Abierto de EE.UU., lo cual es alentador", afirmó Federer en una rueda de prensa a dos días de que se inicien los partidos del torneo.

Aseguró, además, no sentir presión por hacerse con este título y que es consciente de que "va a ser complicado": "Va a ser duro pero siento que soy parte de ese grupo que puede hacerlo", señaló el deportista, que apuntó que su victoria contra Rafa Nadal en las semifinales de Wimbledon el pasado mes de julio fue "importante" para él.

Admitió, sin embargo, que no está en la misma posición en la que estaba en 2006 o 2007, cuando era considerado uno de los favoritos del Abierto, a la vez que apuntó que la "mala suerte" ha influenciado en el hecho de que lleve más de una década sin ganar en Flushing Meadows.

"No siempre ha sido fácil aquí. Hace dos años tuve problemas con la espalda, y después lo pasé mal con el calor contra (John) Millman", dijo en referencia a su sonada derrota frente al australiano en octavos de final del Abierto de EE.UU. de 2018.

Este año, los partidos de clasificación del Abierto de Tenis de EE.UU. comenzaron el pasado lunes, mientras que la primera ronda arrancará el 26 de agosto, y el torneo llegará a su fin el 8 se septiembre.

Se trata del segundo año que el Abierto de EE.UU. cuenta en su complejo deportivo Billie Jean King con el estadio Louis Armstrong, con espacio para 14.000 personas y techo retráctil para sortear la lluvia tras una extensa reforma durante un lustro que costó 600 millones de dólares.

EFE