Un Río-bus que navegue el Atlántico
La construcción del Gran Malecón le devolvió a Barranquilla la mirada al río Magdalena luego de décadas de olvido. Esa inmensa arteria fluvial que atraviesa el país ha sido vital para el comercio y la conectividad en Colombia. Por eso, debemos aprovechar este recurso para interconectar los municipios del departamento con Barranquilla a través del Río-bus.
Con este proyecto innovador buscamos transformar el transporte y contar con más rutas que las carreteras tradicionales. Lo que buscamos es interconectar, inicialmente, desde las Flores a Palmar de Varela y Santo Tomás, pasando por Sitionuevo, Sabanagrande, Malambo, Soledad, Palermo, La Loma y contar con estaciones en el Gran Malecón y Las Flores.
De allí, quienes desembarquen en estas estaciones podrán articular su recorrido con el transporte terrestre que mencioné en la columna anterior y que buscará beneficiar, principalmente, a los estudiantes y profesores del departamento que a diario se movilizan a las universidades de Barranquilla y el corredor universitario en Puerto Colombia.
El Río-bus sería una gran oportunidad para impulsar el desarrollo sostenible del departamento. Con un transporte fluvial reduciríamos las emisiones de gases contaminantes.
Este también nos permitirá descongestionar las carreteras y facilitará, sobre todo, la movilización de los atlanticenses que viven en las comunidades ribereñas, reduciendo la brecha geográfica que a diario limita el acceso a las oportunidades.
Por eso, trabajaremos para entregarle al Atlántico una moderna flota, en el que puedan movilizarse aproximadamente 70 pasajeros de manera rápida, cómoda y segura.
Con este proyecto ganamos todos. Nosotros como atlanticenses al interconectarnos, así como también los interesados en conocer este ambicioso proyecto que impulsaría el turismo y el comercio.
Esto significaría una oportunidad ideal para promover el desarrollo integral del Atlántico, un departamento rico en recursos culturales, gastronómicos y naturales. Se traduciría, además, en ingresos económicos para los emprendimientos alrededor de las zonas ribereñas que acogerían a propios y turistas, estimulando la economía local.
Debemos aprovechar plenamente el potencial de nuestro río Magdalena. Con este innovador proyecto mejoraríamos nuestra conectividad, cuidaríamos el medioambiente al reducir la contaminación y acortaríamos distancias para aquellos que a diario se tardan horas en salir y volver a casa, demostrándoles que en el Atlántico sí hay futuro.
¿Sueñas con un medio de transporte así? Escríbeme y cuéntame tus ideas: Twitter: @Titocrissien