Share:

Buses Intermunicipales Universitarios

La ubicación geográfica y la situación financiera de los jóvenes atlanticenses no deberían determinar su acceso a la educación superior. Esta realidad, que impacta a más de 12 mil de ellos, demuestra que es urgente implementar una tarifa diferencial en el transporte público para que, tanto estudiantes como docentes, puedan cuidar su bolsillo y evitar las dificultades para trasladarse a sus respectivas instituciones educativas.

A mediados del pasado mes de abril, la Asamblea del Atlántico aprobó un proyecto que subsidiará entre el 40 y el 50 % del valor del pasaje para estudiantes universitarios del departamento, y así, evitar el aumento de la deserción estudiantil. En total son 1.500 millones de pesos que la Gobernación dispuso para poner en marcha este proyecto,  durante el segundo semestre de este año. Sin embargo, aunque es una muy buena idea, en la práctica es poco probable su ejecución eficiente sin el uso de la tecnología para el control de los recursos.

Es ahí donde me pregunto: ¿cuáles serán las estrategias para asegurar que el dinero sí llegue a quienes realmente lo necesitan? Una posible solución sería contar con un sistema de recaudo electrónico mediante tarjetas inteligentes, que solo puedan acceder a ellas aquellos estudiantes registrados en una base de datos. Así, se podría controlar el manejo de los recursos y que sean los estudiantes los principales usuarios.

El Sibus es un ejemplo ideal para llevar a cabo esta propuesta, pues además de contar con pagos electrónicos y monitoreo de las rutas en tiempo real, este sistema permite el transbordo en varios puntos sin pagar un nuevo pasaje, lo que se traduce en un ahorro significativo para aquellos que diariamente deben tomar, hasta dos y tres buses, para llegar a sus destinos. 

Aun así, El Sibus ha sido cuestionado. Sabemos que la transición no ha sido fácil y aún falta mucha tela por cortar, pero es un proyecto que rompe las costumbres tradicionales y es vital que, ciudadanos y conductores de buses, consideren este tipo de tecnología como una aliada para sus rutas.

Por eso, además de los subsidios de transporte, propongo una línea exclusiva para estudiantes y profesores universitarios que les permita trasladarse, desde sus municipios, hacia Barranquilla y su área metropolitana sin gastar tanto dinero. Lo principal es que el pago no sea en efectivo, sino que esta población cuente con una tarjeta  intransferible para movilizarse, garantizando así su adecuado. Esta es una tecnología fácil de implementar, que ya tenemos disponible y que será similar a la que actualmente utiliza Transmetro.

La idea es que sean dos rutas intensivas, una en la mañana y otra en la noche, y que comprendan: la Ruta costera, que va desde Piojó, Tubará y Juan de Acosta hasta Puerto Colombia; la Cordialidad, que abarca Luruaco, Repelón, Sabanalarga, Baranoa, Galapa y Barranquilla; y la Oriental, beneficiando a Santa Lucía, Suan, Manatí, Campo de La Cruz, Ponedera, Candelaria, Palmar de Valera, Santo Tomás, Sabanagrande, Soledad y Barranquilla.

Con esto, pretendemos transportar a los universitarios y docentes a los dos grandes centros universitarios que existen en Barranquilla. Es decir, la zona Norte-Centro Histórico, en la que están ubicadas las universidades Libre, Simón Bolívar, Rafael Núñez, Universidad de la Costa -CUC, Corporación Universitaria Latinoamericana, Corporación Universitaria Minuto de Dios, Institución Universitaria de Barranquilla, entre otras aledañas como el Sena, ubicado en la avenida Murillo.

Y el segundo gran centro lo comprende el Corredor universitario, que va desde la Universidad del Norte hasta la Universidad del Atlántico.  Este proyecto, además de ser subsidiado por la Gobernación y la Alcaldía de Barranquilla, debe contar con alianzas público – privadas para obtener los recursos que requiere.

La educación de los jóvenes no debe truncarse por limitaciones económicas. Implementar esta ruta y una tarifa diferencial, les brindará la oportunidad de recibir una formación integral y evitará la deserción estudiantil. Vamos a trabajar para asegurarles que en el Atlántico sí hay futuro.  

Además de este servicio de transporte terrestre, debemos pensar en el Río-Bus, a fin de contar también con una ruta de transporte hacia Barranquilla por el río Magdalena. La próxima semana profundizaré en este tema.

Si eres estudiante, ¿cuánto dinero gastas para transportarte hacia tu  institución de educación superior? Escríbeme y cuéntame tus ideas: @TitoCrissien (Twitter).