Matías Laks, Gerente General Rappi Colombia.
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Mazalán Comunicaciones

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¿Queremos reactivación económica? La clave es la tecnología

Colombia tiene un enorme potencial por aprovechar en materia de economía digital.

Por: Matías Laks (*)

Sea cual sea la forma que tome el mundo después de la pandemia, es poco probable que regrese por completo a ser lo que era antes. Muchas tendencias que se asomaban con timidez antes de la cuarentena y el distanciamiento social son hoy fenómenos imparables, que solo parecen solidificarse a medida que la economía mundial recobra el paso.

Esto es especialmente cierto en la economía digital, con comportamientos ‘conectados’ como el teletrabajo y el e-learning experimentando un aumento exponencial, y con prácticas como la telemedicina, el comercio electrónico y los servicios de entrega mediados por apps llenando el espacio que, por necesidad, dejaron prácticas del mundo analógico. 

Nada de esto ocurrió por azar. La tecnología, que siempre ha sido una puerta a una existencia más conveniente y confortable, es la oportunidad al servicio de una causa más noble: la de salvar vidas y contribuir a reactivar la economía.

Mientras el país lucha por dejar a la pandemia en el espejo retrovisor, es innegable que sus efectos pusieron en relieve la importancia de la economía digital. Los ingresos que perciben quienes trabajan como repartidores, conductores o anfitriones son, en medio de la situación que atraviesa el país, más importantes que nunca. De hecho, en nuestra plataforma el acceder a numerosas órdenes durante el día, significa para los repartidores registrados en Rappi, en caso que decidan aceptarlas, ingresos de hasta el doble de lo que cuesta una hora de un salario mínimo. 

¿Habrá quien ponga en duda que las aplicaciones y el ecosistema digital se volviera vital en esos meses en que la cuarentena nos impedía salir de casa? No solo favorecieron a las familias que no querían romper la burbuja de aislamiento de los suyos, sino que tendieron una línea salvavidas para restaurantes y comercios que no podían abrir y recibir a sus clientes. Los que dedican sus días a servir a otros, se ratificaron como esenciales.

De esta manera, el mercado amplió su demanda y se dinamizó. Las personas se acostumbraron a utilizar aplicaciones tecnológicas para adquirir todo lo que necesitan con tan solo un click. Sin embargo, el consumidor rara vez desaprende, y en estos momentos de apertura, el consumo vuelve a los puntos físicos, sin que desaparezcan los puntos virtuales.

En nuestro caso, una plataforma multilatina y multivertical que revolucionó el mercado a través de la escucha a los usuarios y que exporta tecnología de punta, pasamos de tener 20 mil repartidores registrados en el país, a más de 50 mil debido a la emergencia sanitaria, cifras que respaldan a los colombianos que encontraron en esta, una opción para generar ingresos adicionales, impactando positivamente en la reactivación económica local. Y es que, según un estudio realizado por Fedesarrollo, si no existieran las plataformas digitales, el 39% de las personas encuestadas (repartidores) no tendrían ingresos económicos.

Ahora que la reapertura se afianza, el turismo mira hacia la fuerza dinamizadora de las apps de reservas de vuelos y hoteles. En este sentido, sumarse a la reactivación del sector turístico, mediante estrategias disruptivas en la industria de pagos en viajes resulta un apuesta ganadora por la reactivación económica del país y la estrategia como la de RappiTravel de retribuir el 5% de cashback ilimitado en todos los viajes comprados con la tarjeta de crédito RappiCard, vuelcan la atención de los viajeros.

En tanto que las aplicaciones de transporte son de nuevo una opción para conductores y usuarios, ya registran más de 300.000 servicios diarios, según última cifra reportada. Hay por delante un necesario proceso de definición de marcos y usos, pero nos corresponde a todos asegurarnos de que los avances que impuso la pandemia se conviertan, de verdad, en hábitos saludables de digitalización que resulten tan normales para todos, como pedir un domicilio.

Por las condiciones particulares de su cultura, su economía y su sociedad, Colombia tiene un enorme potencial por aprovechar en materia de economía digital, con muestras de creciente dinamismo en campos como las fintech, legaltech y edutech. El comercio electrónico sigue creciendo y, según el más reciente Boletín Trimestral de las TIC, del ministerio de las TIC, el país superó la barrera de los 8 millones de accesos fijos a internet; una velocidad promedio contratada de Internet fijo de 39,4 mbps; 32,9 millones de accesos a internet móvil y 69 millones de líneas de celular.

De invertir en la transformación digital, impulsando la innovación y protegiendo el emprendimiento, dependerá que podamos aprovechar todo el potencial de la economía colombiana. Las crisis, dice la sabiduría popular, son oportunidades, y cuando el país deje atrás esta crisis, es clave que la puerta de la reactivación, afianzamiento y crecimiento esté abierta de par en par.

(*) Gerente General Rappi Colombia

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