Cassius Clay con Malcolm X.
Cassius Clay con Malcolm X.
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“Mohammad Alí y Malcolm X, los dos negros más libres del mundo”

Netflix muestra un documental sobre el esfuerzo de estas figuras contra el segregacionismo. 

La lucha de dos famosos líderes negros de Estados Unidos en procura de justicia social, y en contra de la mal llamada supremacía blanca, cuyos efectos aún se sienten como coletazos; acaba de subir Netflix en un soberbio documental a través de su plataforma de televisión streaming.

Cassiuys Clay o Muhammad Alí, y el célebre Malcolm X, son los protagonistas de esta producción que nos lleva a conocer no solo las intríngulis de sus batallas antirracistas, sino también la de otros líderes negros no menos importantes, y tal vez sin tanto protagonismo.

Lo de Clay o Alí y Malcolm X se convierte finalmente en la muestra del paralelo de dos vidas con el mismo objetivo, pero que terminan distanciadas por enredos surgidos de la misma causa que los unió.

Con imágenes originales en blanco y negro, correspondientes a distintas épocas y protagonistas, más abundantes testimonios, entre estos el de Rihma Alí, hermano menor del boxeador, el documental “Hermanos de sangre” nos sumerge en una historia sociopolítica atractiva, de gran interés cultural para las nuevas y viejas generaciones.

La cinta documenta la conversión al Islam del entonces Cassius Clay, que se dio desde antes de alcanzar la fama como campeón mundial de todos los pesos, y cuando esta religión no provocaba los temores que ahora es capaz de crear.

También muestra los lados opuestos con una figura emblemática de la segregación como Martin Luther King Jr., de tendencia pacifista y conciliadora; y la de Malcolm X y el mismo Clay, que aunque no promovían la violencia si eran partidarios de la defensa propia, “ojo por ojo, diente por diente”, decían.

“Negros serviles” llamaban en referencia indirecta a Luther King y sus seguidores, de quien sí afirmaban sin rodeos: “Nosotros no seguimos la filosofía de Martin Luther King, los blancos solo se preocupan si saben que las masas negras van a estallar”, decía Malcolm X.

Es que detrás de Alí y Malcolm el documental muestra a varios precursores de la lucha negra en Estados Unidos como fueron Elijah Muhammad, Marcus Garvey, Abdul Rahman o Capitán Sam, forjadores del Movimiento Musulmán Negro o la Nación del Islam, como también la llamaban, una o tal vez la principal semilla de la antidiscriminación en USA, que pretendía ser mundial.

El guion toca de soslayo un tema aún sensible en la sociedad norteamericana y parte del mundo, como es el asesinato del presidente John F. Kennedy.

Dentro del rosario de hipótesis por el magnicidio, el director Marcus Clarke deja escapar una más, la alocución televisada de Kennedy en la que dice: “Es tan antiguo como las escrituras y tan claro como la Constitución estadounidense el que todos deberíamos tener las mismas oportunidades, si vamos a tratar a nuestros conciudadanos como queremos que nos traten”.

El mensaje era de que Kennedy iba a proponer unas reivindicaciones sociales a favor de los negros, y esto como que no gustó y podría haber derivado los hechos de Dallas. En fin, especulaciones sin respaldo probatorio.

El magnicidio provocó el rompimiento de Malcolm X y el líder supremo del islamismo en USA, Elijah Muhammad, y de contera de aquel con Cassius Clay.

El detonante fue la reacción de Malcolm, quien en una declaración televisiva “expresó alegría” por la muerte de Kennedy, lo que no gustó en su comunidad.

En 1964 estalla oficialmente la noticia de la conversión de Clay al Islam y su cambio de nombre. Atrás quedaba el de origen romano, escogido por el abuelo, Cassius Marcelo Clay, y comenzaba la era Muhammad Alí.

Significaba, y aún lo es, Muhammad: digno de alabanza, y Alí: el más alto.

Se enojaba cuando en la transición al nuevo nombre le seguían llamando Cassius Clay. “Me insultan al llamarme así, no soy blanco, soy Muhammad Alí, un hombre negro”.

La rebeldía de Alí tuvo un efecto tras haber ganado medalla de Oro para Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960.

En la ciudad itálica conoció por primera que no era segregado, que recibía un trato igual al de todos, algo que jamás había experimentado.

Al regresar a su país creía que ser el campeón medallista cambiaría las cosas, pero no ocurrió. 

Entró a un restaurante con la medalla y la respuesta fue: “No le damos servicio a tipos como usted”.

Humillado en lo más profundo tomó la medalla y la lanzó al río Hudson, y expresó odio por Estados Unidos.

Antes, cuando era niño, sintió el rechazo en una iglesia Bautista que lo llevó a reflexionar: “Si  cantamos las mismas alabanzas, ¿por qué tengo que irme por ser negro?”.

Una cinta sobre dos rebeldes, Alí, que murió afectado por el parkison, y Malcolm X asesinado a tiros.

 

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