Imágenes de cuatro características de la colonia.
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La pequeña Barranquilla en la Gran Manzana: Carnaval, gastronomía, Junior y turbos

Pese a la pandemia, mantienen la esencia y movilizan las tradiciones del barranquillero.

Dicen que cuando el barranquillero se va de su tierra, se lleva su esencia y la impone en el lugar que esté. Así ocurre en Nueva York desde hace varios años.

Hay una pequeña Barranquilla que contagia a propios y extraños. Carnaval, gastronomía, Junior, música y turbos, picós coloridos que movilizan las tradiciones del currambero.

La pandemia también les cambió la vida, pero mantienen sus patrimonios, que los hacen visible ante los demás ciudadanos, los cuales se han contagiado de la alegría, la personalidad y el sabor de estos barranquilleros.

En el cumpleaños 208 de la Puerta de Oro, decidimos dedicarle un tributo especial a estos hijos de nuestra tierra, que se encuentran lejos.

Carnaval por siempre

Luz Mery Machado, representante del Carnaval de Barranquilla en Nueva York, confesó a Zona Cero que el proceso de llevar la tradición de la carnestolenda a Estados Unidos, ha sido a base de esfuerzo, unión y dedicación de cada uno de los que forman parte de la comitiva.

El Carnaval ha ido creciendo con el pasar de los años, teniendo en claro que su objetivo era mostrarlo a las diferentes culturas.

"Como buenas barranquilleras y barranquilleros, nos sentimos super orgullosos de nuestro Carnaval. La aceptación y el apoyo ha sido total. Las personas de otras culturas se han contagiado y forman parte de este", expresó Machado.

Agregó que se sienten muy complacidos en contar en la comitiva con personas de Puerto Rico, Guatemala, Medellín, Cali y Ecuador.

"El Carnaval de Barranquilla en Nueva York es una pasión que la sentimos en el corazón", puntualizó la representante de la carnestolenda.

Se realizan varios eventos, como lo es el cumpleaños de Barranquilla, donde muestran la gastronomía de la ciudad, música que es éxito en la capital del Atlántico, también realizan la toma de Times Square, en octubre.

También presentan a los nuevos reyes de la carnestolenda, la entrega de bandas. Posteriormente, celebran las velitas con faroles, una rueda de cumbia, además de música de diciembre como si te sintieras en Barranquilla.

"Esa es la idea que todos nuestros paisanos se sientan en Barranquilla. Así lo publican en sus redes y eso nos llena de orgullo", indicó Luz Mery Machado.

La pandemia no detuvo al Carnaval de Barranquilla en Nueva York. Realizaron varios eventos virtuales, como el Carnavatón US, con el fin de ayudar a todos los afectados por el Covid-19 en nuestra ciudad.

También festejaron las velitas de manera virtual, para recaudar fondos y comprar los juguetes que entregaron a los niños afectados por la pandemia. Todos los eventos contaron con la producción de Charly DJ y AMA Production.

"Nos tocó adaptarnos al sistema virtual. Nos gustó mucho la manera cómo se trabajó. Hubo unión con los otros carnavales y hacedores de Barranquilla", señaló.

Cultura picotera

Los turbos, esos aparatos pequeños con un sonido poderoso, llegaron para quedarse en Nueva York. Hacen parte de la pequeña Barranquilla.

Los picós se convirtieron en una tradición. Hacen competencias, toques en parques y cada vez más personas los adquieren o mandan a diseñar.

Carlos Molina, propietario de El Coreano Internacional de Nueva York, habló en representación de sus colegas picoteros e indicó que la primera de los primero turbos se dio en Miami.

"La gente se sorprende mucho al ver los aparatos. Les llama la atención la forma de un cajón que suena duro, que tiene cualquier dibujo. Muchos le toman fotos y se toman con ellos y preguntan de dónde vienen", indicó el picotero.

En el parque de Flushing de Nueva York se reúnen, llevan los picós, juegos de dominó, venta de fritos, de cervezas y convierten ese espacio en una pequeña Costa Caribe.

"Se coloca la salsa, el africano, la champeta, el vallenato, música de nosotros", aseguró Molina.

Los caribeños que se encuentran en Nueva York escuchan la Zona Rumbera estéreo, una radio digital creada por el vacilón de Kike y Charly DJ. Música tradicional y programas culturales y comunitarios.

Junior, una pasión rojiblanca sin límites

Además del Carnaval y la cultura picotera, Junior, el equipo de los amores de los barranquilleros, tiene su espacio en la Gran Manzana de Nueva York.

Osvaldo Andrés Charris, hijo del barrio Las Nieves, es el director técnico de Atlético Junior en Nueva York. Sí, como lo ven, hay una escuadra rojiblanca en EE.UU.

"Tradicionalmente viene participando en una liga acá del Flushing Meadows-Corona Park, el templo del fútbol amateur acá en Nueva York", indicó el estratega.

Expresó que tratan de rescatar una tradición que viene de cinco décadas atrás.

 

 

 

Cada sábado un grupo de barranquilleros acompaña al equipo, que está compuesto por el semillero de los curramberos que viven en la Gran Manzana.

"Tratamos de seguir con la tradición. Por eso mantenemos los mismos colores y para cada 7 abril homenajeamos a la ciudad, con la Copa Barranquilla, sin olvidarnos del sentimiento que tenemos por el equipo", señaló Charris.

"Fuimos campeones en el 2018 y 2019. Junior es nuestra pasión", puntualizó.

Delicias culinarias

La gastronomía barranquillera también dice presente con 'La Choza de Roxana', negocio del que son propietarios Raúl Guerra y Rosana Pardey.

Mojarra en salsa de coco, mariscos, arroz de palito, bollo o patacones, sopas de costilla, empanadas, caribañolas, buñuelos, arepas de huevos, arepas de dulce, morcilla, chorizo, chinchurria, bofe frito, huevo perico, son algunas de las delicias que ofrecen.

"Los precios de nuestra comida son muy accesibles y por eso nuestros clientes quedan conformes y con ganas de volver", expresó Raúl Guerra.

"Recomiendan a más personas porque les gusta el sabor que ofrecemos", agregó el propietario de 'La Choza de Roxana'.

Un legado

La pequeña Barranquilla en la Gran Manzana ya ha dejado huella y quiere dejar un legado. Es una colonia llena de alegría, solidaridad y unión.

También hacen parte del cumpleaños 208 de la ciudad, pues llevaron su esencia a otro rincón del mundo.

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