Los padres tienen la responsabilidad de la formación emocional y ética de sus hijo
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Alianza por la Niñez

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La hipersexualización de nuestros adolescentes

Muchos están comenzando su vida sexual a los 14 años.

Por Cecilia De Alba Narváez

Comisaria de Familia

Es una realidad que debemos afrontar: nuestros adolescentes están iniciando sus relaciones sexuales a temprana edad, aún antes de los 14 años.

Son constantes en los despachos de atención a la familia, las solicitudes de orientación de los padres, que generalmente descubren en las redes sociales de sus hijos los chats de sexo con amigos y con desconocidos, solicitudes de videos o imagines porno, envío de selfis enseñando sus partes íntimas, masturbación en cámara, encuentros sexuales, hasta promiscuidad y comercialización sexual.

Fenómeno social producto de las tecnologías en mano de adolescentes sin la debida orientación o supervisión, que acceden a tanta información y desinformación, para la cual no tienen la suficiente madurez emocional. 

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“Nunca imaginé que a los 12 años tuviese relaciones sexuales”, “Compartir fotos así, que vergüenza”, “Qué pena hablar con desconocidos de esa forma vulgar”, son expresiones de padres que a duras penas superan los 30 años, con señales del pudor que las redes sociales están robando a los adolescentes. La brecha generacional se ha agrandado como el cráter de un volcán.

Para algunos expertos en el tema, el fenómeno de la hipersexualización consiste en la exaltación de los atributos sexuales de una persona por encima de otras cualidades; niñas maquilladas, vistiendo como adultas, bailando y posando como adultos, sosteniendo relaciones sexuales tempranas, buscando el mayor número de likes en las redes sociales.

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Para la psiquiatría, la adicción al sexo o comportamiento sexual compulsivo se recoge en la literatura bajo una amplia variedad de términos como “Don Juanismo”, hipersexualidad, sexualidad impulsiva, sexualidad compulsiva, conducta sexual fuera de control o, entre otros, conducta sexual desregulada (Diez et al., 2019).

La Organización Mundial de la Salud (2018) ha reconocido el comportamiento sexual compulsivo como trastorno al incluirlo en la 11ª edición de la Clasificación Internacional de los Trastornos Mentales -CIE.

En el Congreso virtual internacional de psiquiatría, psicología y salud mental 2021, concluyó que la conducta sexual compulsiva en adolescentes es una problemática cada vez más prevalente, especialmente después de la Pandemia Covid-19 y produce consecuencias perjudiciales en los adolescentes como la desregulación emocional, mayor soledad, así como distintos cuadros psicopatológicos.

Estas conductas sexualizadas y descontroladas lleva a los adolescentes a otras situaciones de riesgo como es el abuso, acoso y la explotación sexual,  extorsiones,  embarazos no deseados, enfermedades venéreas, enfermedades mentales y hasta el suicidio.

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En Colombia urge implementar las diversas estrategias masivas para fortalecer los lazos familiares, para educar a los padres en su tarea de educar sin violencia, y formar emocional y éticamente a nuestros niños, niñas y adolescentes.

Tenemos buenas normas encaminadas a este área de la formación integral como la Ley antichancletas o de educación sin violencia, ley de violencia en contexto familiar, que exigen ejecutar una estrategia nacional de formación a los padres en su tarea de ser los primeros educadores de sus hijos; y ahora contamos con una nueva ley que busca que los centros educativos no se limiten a transmitir conocimiento, que busca forjar estudiantes que conozcan y manejen sus emociones y conductas,  que sean capaces de detectar los riesgos y sepan auto cuidarse.

Padres, supervisen el internet que utilizan sus hijos, sus redes sociales, juegos virtuales, páginas que visitan, si es necesario instalen programas o app de control parental. Es su responsabilidad la formación emocional y ética de sus hijos.

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