La infancia de Giuliano Cavalli fue como la de cualquier niño de Barranquilla: tardes calurosas, juegos en la puerta de la casa con sus vecinos y una curiosidad inmensa que en el caso de él se encaminó hacia el cine.

Descubrió que con las imágenes en secuencia podía expresar sus sentimientos, deseos y anhelos con las películas que encontraba en el cable de su casa y desde ese momento supo que el cine se convertiría en su vida.

“Descubrí el cine desde muy pequeño y se convirtió en mi vida. Comencé como cualquier persona viendo cine y con el tiempo me di cuenta que lo que realmente me gustaba era la producción y me dediqué a ver programas que hablaban de cómo se hacían las películas”, cuenta el director.

Giuliano recuerda que su primer corto lo hizo a los 14 años y como todo padre orgulloso, para él fue el mejor del mundo. Fueron un par de minutos dedicados a lo que él creía y desde ese día se metió en cuanto proyecto audiovisual encontraba en el colegio.

“Luego de mi corto comencé a producir los noticieros del colegio y cualquier proyecto audiovisual que me daba la oportunidad de tener una cámara de filmación”, agrega.

Con el diploma de bachiller en sus manos y con una mente cargada de ideas Giuliano se aventuró a dedicarse al cine y comenzó en la cinematografía, pasó por cámaras, iluminación, efectos visuales, efectos en set y finalmente su gran amor: la post producción.

“Llegué a ella por pura casualidad. Descubrí la magia de armar una historia y lo hice de forma empírica. Recuerdo que prestaba mucha atención a lo que hacían los grandes con los que tuve el privilegio de trabajar y tuve la oportunidad de desarrollarlo en reconocidas productoras” dice.

Tiempo de armar maletas

A comienzos de la década del 2000, en Londres, Inglaterra explotó el auge de la post producción, demostrando que Hollywood, California (Estados Unidos) no era la única “meca” de dónde podían salir buenos filmes. Con la llegada de infinidad de trabajos, se abrieron las puertas a nuevos talentos y ahí cayó el barranquillero.

“Tomé la decisión de irme a vivir a Londres y no te niego, fue muy duro dejar a mi familia y amigos, pero siempre he contado con personas que me apoyan. Llegar a Londres y comenzar a trabajar con una compañía tan grande me abrió los ojos y en mí comenzó a rondar la idea de realizar un trabajo en Barranquilla, algo que nunca antes se hubiese visto. Ahí poco a poco se fue formando el Festival Internacional de Cine de Barranquilla”, manifiesta.

En Inglaterra pasó de productoras pequeñas a grandes y se dio el lujo de trabajar en la parte de post producción en cintas como ‘Capitán América’, ‘El cadáver de la novia’, ‘Alien versus depredador’. entre otras.

“En ‘Capitán América’, nos encargamos de hacer los efectos invisibles, que como su nombre lo dice, son efectos que se colocan en la película, pero son imperceptibles para el público. Por ejemplo, en una escena trabajamos con extensiones digitales, resaltando el vestuario de los protagonistas entre otros puntos”, explica.

Barranquilla y un festival  que nace de la necesidad

Luego de varios años, Giuliano aterriza en Barranquilla y en 2012 siente que es el momento de moldear el festival.

“El Festival Internacional de Cine de Barranquilla nace de la necesidad. En Barranquilla no hay industria de cine y tenemos de espalda el Ficci (Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias). La ciudad fue evolucionando y como que en ese aspecto se fue quedando. La gente prefería meterse dentro de un centro comercial a ver a los súper héroes y la cantidad de malas comedias románticas. Aunque no parezca, al barranquillero le gusta el séptimo arte y lo valora, por eso, desde el 2012 nos propusimos crear al festival y viajamos a varias ciudades donde también se hacen festivales de cine y nos dimos cuenta de que hacerlo no es difícil. Muchos creen que pusimos la palabra “internacional” para darle un estatus al evento y no, queremos mostrarle a los asistentes que hay buenas propuestas de otros países y que el cine es diferente en todos lados”, afirma.

Junto con la Fundación Cámara Oscura, el 16 de marzo de 2013 se inauguró la primera edición de Ficbaq en la Plaza de La Aduana y también se presentó el galardón  La langosta azul, con el que se premió las categorías de Mejor largometraje Iberoamericano, Mejor Largometraje Caribe, Mejor Película Nacional, Mejor Documental, Mejor cortometraje internacional y Mejor cortometraje nacional.

“Recuerdo que cuando inauguramos el festival teníamos muchos nervios porque la Cinemateca del Caribe estaba pasando por una mala racha y las personas no querían ir a ver otras propuestas fílmicas. Todavía es la hora y no te pudo decir cómo hacemos el festival, pero el público cumplió y el apoyo fue el esperado. En cada versión nos hemos dado cuenta que son más las personas que nos apoyan y las salas se llenan. Ahora en esta cuarta edición, podemos decir que hemos aportado a Barranquilla un poco de cultura y otro plan para hacer en la agenda”, destaca el director.

La cuarta edición 

La cuarta edición del festival es un homenaje al director británico Alfred Hitchcock y desde le pasado viernes el público puede disfrutar de las películas en escenarios como Parque Cultural del Caribe, Combarranquilla, Cinemateca del Caribe y en la Cinevan del festival. Pero eso no es todo, los frutos de pasados festivales ya comienza a verse y, a parte del reconocimiento, el evento está en un top 25 de los mejores festivales emergentes y ya comienza a dar de qué hablar en otros países.

Este año el Festival Internacional de Cine de Barranquilla en  alianza con el Parque Cultural del Caribe trae la primera muestra de cine y nuevas narrativas con contenidos Transmedia, extendiendo la experiencia audiovisual a diversas plataformas, canales y medios de comunicación. 

El espacio se desarrollará con entrada libre durante la semana del 7 al 11 de marzo de 8:00 de la mañana a 5:00 de la tarde en la Mediateca Macondo.

La muestra audiovisual presentará dos proyectos colombianos: ‘Cuentos de Viejos’ y ‘Paciente’,  y dos canadienses: ‘The Next Day’ y ‘Soldier Brother’. Cada uno de ellos utiliza diversos medios para encontrar nuevas formas de narrar, manteniendo una interacción constante con el público.

Aficionados a la producción audiovisual y público general están invitados a ser  parte de esta nueva experiencia del Ficbaq 2016, en la Mediateca Macondo del Parque Cultural del Caribe, para disfrutar del cine de otra forma.

Para conocer más sobre el festival, visite la página oficial aquí.