El Vía Crucis en vivo de Galapa, una tradición que cada año moviliza a decenas de feligreses, se cumplió este Miércoles Santo con el mismo fervor y fe de hace 29 años cuando se realizó la primera edición bajo el liderazgo del padre Atilio González, en ese entonces, al servicio de la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria.

La peregrinación partió a las 5 a.m. de la cabecera municipal para recorrer los ocho kilómetros hasta el Monte Horeb, en el corregimiento de Paluato.

A lo largo del recorrido, las decenas de fieles iban orando y cantando alabanzas como ya es tradicional.

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La representación escénica de las 14 estaciones, que estuvo a cargo de la comunidad  galapera, es dirigido por Jean Cantillo y tuvo el apoyo de la administración municipal en cabeza del alcalde Fabián Bonett Berdugo.

Una vez más en este Vía Crucis participaron numerosas familias.

La peregrinación al Monte Horeb nació hace 25  años, pero dejó de organizarse en tres ocasiones. La tradición nació cuando el sacerdote Atilio González, Galapa, salió a caminar y sus pasos lo llevaron a Paluato. “Cuando llegó a la cima, quedó extasiado por la belleza del paisaje, por lo que de inmediato se le ocurrió que era el lugar propicio para visitar en Semana Santa para reflexionar en familia”, narra una feligrés que participa desde hace 29 años.