Con clases de circo los niños se divierten en vacaciones con Cultulab
El programa hace parte de la Secretaría de Cultura de la Gobernación del Atlántico.
Todos los martes la casa de cultura de Galapa se llena de risas y juegos durante el taller de circo que desde hace dos meses disfrutan niños y jóvenes del municipio. En el escenario del teatro alrededor de veinte pequeños sueñan con ser los protagonistas de la escena. “Primero pensamos en qué tipo de técnicas se le pueden enseñar a un niño, porque no todas las técnicas podríamos tenerlas en este taller. Usamos las más simples dependiendo quién sea fuerte en esa técnica”, explicó Tedys Villar Escorcia, tallerista de circo del proyecto Cultulab a Zona Cero.
Villar desde hace diez años trabaja las técnicas del circo con el grupo de teatro Camama en Soledad. En ese tiempo comenzó a explorar los zancos y la acrobacia aérea que ahora comparte con los chicos del proyecto Cultulab.
Los niños hacen varias figuras de circo y hasta aprenden a saludar al público, sonreír y dar saltos. “Ha sido una buena experiencia porque he aprendido cosas diferentes a las que hago en mi casa y a mí siempre me ha fascinado el circo”, contó Daniber de 15 años y estudiante del Colegio María Auxiliadora de Galapa.
Esta clase cuenta con fieles alumnos que no se pierden el taller que se realiza dos veces por semana en Galapa y otros municpios. “Uno se distrae y aprende cosas nuevas diferentes a estar en casa viendo televisión pues es mejor estar acá. Me imagino como un artista de circo en un futuro”, explica Fernando Viloria de 13 años.
Bases de las técnicas son sencillas y luego exploran con los ejercicios la motricidad en sus cuerpos. “Los chicos han asimilado rápidamente esas técnicas”, indicó el profesor.
También han practicado el saludo al sol de yoga que los ha ayudado a perfeccionar los movimientos de los actos.
También los niños han aprendido a construir sus propios zancos con latas, madera y han sido pintado por ellos mismos. “Se traen las piezas cortadas y ellos las ensamblan, las pintan y las hicieron suyas desde el principio y más adelante haremos zancos de amarre que son un poco más altos y complejos”, detalló Villar.
Lo que resalta el maestro de esta singular clase es lo que enseña a los niños. “Lo primero que aprenden es a no decir: “no puedo” y partiendo de allí saber que ellos tienen capacidades y habilidades que no han descubierto y que aquí las van a encontrar”.
“Lo más difícil son las volteretas, pero ya lo he superado”, aseguró Jeferson Alberto de ocho años.
En próximos módulos los niños tendrán la oportunidad de aprender de la danza aérea con ejercicios simples desde el principio.
Al taller de circo pueden inscribirse los niños de los municipios de Polonuevo, Galapa, Baranoa y Tubará en edades desde 7 a 15 años de edad. En cada población los alumnos al final harán una presentación pública para mostrar sus adelantos a final del mes julio.