El baile siempre ha hecho parte de su vida y como buena barranquillera “se siente libre” cuando lo hace.  

Alexsandra Estarita Villa, Reina del Carnaval de la 44, lleva el folclor en sus venas. Con 28 años se define una mujer apasionada, enérgica, servicial a la que le gusta luchar por sus sueños.  

Así ha disfrutado su vida desde que era una niña de tres años, la más pequeña de la danza del Garabato de la Universidad Libre. Luego sus padres la inscribieron en la Academia de Danzas de Gloria Peña y en su adolescencia en el Ballet de Mónica Herrera. 

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Alexsandra, más conocida por todos como Lex, disfruta de cualquier ritmo, pero, sobre todo, se emociona cuando suena la puya y el mapalé. Su espontaneidad y desparpajo al hablar hace que sus ojos brillen de emoción. 

En su piel lleva marcado el amor por la danza y aun así decidió ser médico de la Universidad del Norte para “ayudar a quien más lo necesite”.  

Su carrera profesional la ha combinado con el deporte, otra de sus pasiones pues, “ama” trotar, nadar y manejar bicicleta, todo esto hace parte de su rutina diaria, algo que la ha enseñado a ser muy disciplinada. 

Un carnaval “arrebatao” 

Como bien lo dice su lema ‘Se vive arrebatao’, la soberana del bordillo, celebrará la cotidianidad del pueblo y esos barrios de “gente bacana”.  

“Vamos a conocer como es el barranquillero, como es el Carnaval de bordillo, qué pasa en todo el año. En estas fiestas se va a vivir, comer, gozar, bailar ‘arrebatao’ porque esa es la esencia del barranquillero", dijo.

La nueva soberana asegura estar viviendo el sueño de toda una vida. “Hace muchos años vengo preparándome para esto. Esto es también de mi familia y todas las personas que me han acompañado en el proceso”.  

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Como amante al deporte, ‘Lex’ manifiesta que “el Carnaval no solamente es baile, es cultura, mostrar nuestra gastronomía, el deporte de la ciudad y ese espíritu competitivo que tenemos cuando crecemos". 

"Viví en la carrera 44 con calle 59, siempre veía que estaban jugando futbol y al que jugaba ‘chequitas’. Con mi disciplina sé que puedo inspirar a muchas personas”.  

Alexsandra llevará consigo una maleta que simbólicamente representa los sueños y la esencia de cada barranquillero. “Esto me acompañará siempre, quiero que mi historia sea de ejemplo para demostrarle a las personas que si trabajan por sus sueños los pueden transformar. El resultado valdrá la pena”, afirmó.