Una niña de vuelta al jardín.
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15 consejos prácticos para asimilar la entrada de los hijos al jardín infantil

Recomendaciones del programa aeioTU de la Fundación Carulla.

Entrar por primera vez al jardín infantil representa uno de los momentos con más retos en la vida tanto de los niños como de los padres y maestros. Entrar al colegio es una experiencia única, llena de orgullo y felicidad; pero a la vez representa ansiedad e incertidumbre que hay que saber manejar.

La propuesta de aeioTU-Fundación Carulla acompaña a los infantes y sus familias en todos sus procesos de transición. En sus centros educativos el ingreso al jardín constituye el periodo de acogida, un proceso de evolución personal que el niño vive en compañía de sus padres y sus maestros. Los adultos le ayudan a entender este periodo de cambios y a asimilarlos; de manera que, con su apoyo, el niño logra realizar la transición de manera tranquila.

Para muchos es un periodo en el que se prepara al niño para “volar”, ya que los pequeños salen de la esfera de su hogar y se enfrenta a un mundo social, en donde hay otros niños y adultos dispuestos a acompañarlo en el proceso de empezar a explorar el mundo.

De acuerdo con María Adelaida López Carrasquilla, Directora Ejecutiva de aeioTU-Fundación Carulla, empezar experiencias en el centro educativo no sólo es un tema que le concierne al niño, es importante darle prioridad al acompañamiento que necesitan las familias en este proceso. “Estamos convencidos de que al tener una relación cercana y abierta entre padres y cuidadores en el proceso de desarrollo de los niños, logramos un diálogo común que fortalece sus experiencias y contribuimos a su formación integral”.

Este periodo de acogida está rodeado de cambios que en muchas ocasiones generan una inestabilidad en el niño y su familia, pero que hacen parte de los procesos que el ser humano debe asumir durante su vida. Para la Experiencia Educativa aeioTU es muy importante que este período de acogida se dé en una forma tranquila y “se respeten los ritmos y derechos de cada uno de los niños y de sus familias”, reiteró la Directora.

Una que otra lágrima

Cuando se da el ingreso al centro educativo, todo niño pasa por un periodo de acogida con diferentes manifestaciones y ritmos que aprenderemos a aceptar y respetar, tanto los padres como los educadores. Por ejemplo, las lágrimas pueden estar presentes en muchos niños durante su periodo de adaptación pero para la experta en educación infantil no está mal que los niños lloren, ya que es una forma de expresar sus miedos e incertidumbres naturalmente.

“Recuerdo cuando en una ocasión siendo atelierista, que durante los primeros días del año escolar, me cautivo el llanto de los niños más pequeños al despedirse de sus padres, el sentir su tristeza. Pensé que las lágrimas eran el símbolo de su sentir, pensé que recogerlas era validar y valorar su expresión y estado emocional y para nosotros maestros, una oportunidad de conectarnos empáticamente con ellos. Coleccionamos en vasitos personales cada una de sus lágrimas. Vimos como el llanto encontraba otro sentido, como se volvía puente conector. Los niños comenzaron a interactuar entre ellos interesados en el líquido que se iba acumulando, aparecieron nuevas actitudes, nuevas preguntas, risas y tranquilidad”, afirmó López Carrasquilla.

En la primera infancia se desarrolla el 85% del potencial de los niños, por eso es importante que los padres sepan escoger el mejor lugar para sus hijos, no sólo en donde los cuiden, sino también los eduquen velando siempre por la mejor calidad en la atención integral, el desarrollo del equipo humano, la infraestructura y espacios de participación con las familias y la comunidad.

A continuación aeioTU-Fundación Carulla le presenta algunos consejos prácticos para tener en cuenta durante este periodo de acogida:

1. Tómese el tiempo de conocer bien el lugar educativo en donde estará su hijo y procure que él también lo conozca de antemano.

2. Hable mucho con el niño previamente sobre ese comienzo y explíquele sobre las cosas buenas que va a empezar a vivir y aprender como una experiencia entretenida.

3. Los padres deben ver la entrada al Jardín como algo positivo que le permitirá al niño conocer y socializar con otras personas.

4. Despedirse de los niños y contarles a qué hora irán a recogerlos. No es recomendable salir sin despedirse ya que esto genera un sentimiento de abandono en los niños.

5. Siempre entregar los niños a una maestra, bajo ninguna circunstancia dejarlos solos.

6. Es importante comentarles a las maestras las dinámicas familiares, rutinas, hábitos, gustos y preferencias de los niños para que ellas tengan más herramientas para comenzar a construir la relación con ellos.

7. En algunas ocasiones los niños requieren de un objeto transicional para afrontar el cambio y sentir confianza y seguridad frente a este. El objeto transicional puede ser un  muñeco, un peluche, una cobija, una almohada, un juguete u otro elemento que signifique para el niño la conexión entre la casa y el Centro.

8. Es importante cumplir con los horarios de llegada de los niños al centro educativo para asegurar que los niños podrán realizar toda la rutina de inicio del día, lo que les generará seguridad y los tranquilizará.

9. Como la entrada al Jardín implica cambios en horarios y rutinas, previamente establezca las horas apropiadas para irse a la cama y levantarse.

10. Hable previamente con su hijo de este nuevo comienzo. Explíquele las cosas buenas que va a empezar a vivir y aprender de manera que no le infunda miedo e inseguridad.

11. No le prometa al niño cosas que no son ciertas, como por ejemplo: “vengo en cinco minutos”, “ya vuelvo”, etc. Siempre hay que hablarles con la verdad.

12. Elija ropa cómoda para su niño, que todo esté marcado de forma legible y en lo posible con símbolos personalizados, de manera que el niño pueda reconocer mejor sus pertenencias.

13. Asegúrese de la alimentación que le darán a su hijo en el jardín sea saludable y nutritiva. Lo mismo al enviarle alimentos en la lonchera.

14. Recogerlo siempre puntual a la hora indicada. No lo deje esperando por usted a la hora de la salida que esto le puede infundir miedo e inseguridad.

15. Lo más importante, no le exija tanto a su hijo, hay que tener en cuenta que todos los niños son diferentes y tienen sus propios ritmos de adaptación.

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