En diciembre, Zona Cero reveló que el alcalde saliente de Salamina, municipio de la ribera del Río Magdalena, José Rafael Scopetta Orozco, pretendía cerrar su periodo con un ‘aguinaldo’ navideño para los beneficiarios de un proceso de subasta con el que se pretendía poner en venta una camioneta y maquinaria pesada a un precio irrisorio, haciendo pasar los vehículos por chatarra.

En la investigación periodística, se advirtió que el proceso de subasta, abierto en plenas fiestas decembrinas, podría representar un detrimento patrimonial en vista de que los vehículos a enajenar (una camioneta Hilux modelo 2004, un bulldozer y una volqueta) cuestan en el mercado de segunda mano más de $250 millones, pero para efectos del proceso -haciéndolos pasar por chatarra- se iban a entregar por menos de $10 millones.

Un alcalde quiere hacer pasar por chatarra camioneta y maquinaria pesada para venderla 'casi regalada'

Zona Cero conoció en su momento que los vehículos involucrados en el proceso de subasta habían sido desvalijados para justificar el menor valor comercial y, por denuncias de los ciudadanos, se advirtió también que quienes tendrían en su poder las autopartes, serían las mismas personas que pretendían aspirar a la subasta.

El único aspirante salió perdiendo

Ajeno a las advertencias sobre la irregular subasta, Saúl Suárez Dallos, un chatarrero oriundo de Bucaramanga, hizo las diligencias para aspirar a lo que él consideraba una buena oportunidad para adquirir algunos bienes dados de baja en esta Alcaldía.

Después de leer detalladamente los requerimientos en el pliego de condiciones, el chatarrero se presentó el 28 de diciembre en la Alcaldía de Salamina para entregar su propuesta. Sin embargo, como era de esperarse, la postulación  de este señor iba a ser descalificada. Y así fue.

“El pliego de condiciones decía que yo tenía plazo hasta el día de la subasta para realizar la consignación del 20% de anticipo. Sin embargo, en la Alcaldía me salieron con el cuento de que tenía hora y media para consignar y el banco donde debía hacer el pago estaba en Pivijay, en otro municipio”, denunció el aspirante.

Pese a que el señor Saúl Suárez hizo la consignación tan rápido como se lo indicaron, su propuesta fue descalificada y el proceso de subasta fue declarado desierto. Y aunque se ordenó que al aspirante le devolvieran el dinero (2 millones 500 mil), aún está esperando que lo hagan.

"Me siento como si me hubieran hecho trampa, porque yo lo único que hice fue cumplir con los requerimientos de la convocatoria. Me hice un viaje desde otra ciudad y vea con lo que me salen. Para colmo, la plata que di de anticipo ni siquiera me la han devuelto. Ahora me toca demandar para que me devuelvan lo mío", dijo resignado el chatarrero. 

¿Y dónde están los bienes?

El alcalde que tomó las riendas del municipio de Salamina en este nuevo periodo, José Nicolás Díaz, se encontró con que estos bienes que iban a ser subastados no se encuentran en poder de la Alcaldía.

“La volqueta, el buldózer y la camioneta no están en poder de la Alcaldía de Salamina, sino que la tienen terceras personas que, a la fecha, no han devuelto esos bienes al municipio”, aseguró Díaz.

Sobre la camioneta, el mandatario municipal asegura que se encuentra en la casa del exinspector del municipio Assaí Mercado y que este no la ha devuelto justificando que “deben pagarle lo correspondiente al parqueo del vehículo”, al tiempo que afirmó que se tomarán las medidas necesarias para recuperar los bienes.

Por su parte, el chatarrero tuvo la oportunidad de ver algunos de estos vehículos que quiso comprar en la fallida subasta.

“Vi el buldózer y en un taller tenían la volqueta. Ambos estaban desvalijados aunque los cascarones están impecables. De la volqueta, por ejemplo, la cabina, el chasis, la careta, todo está en perfectas condiciones. La camioneta sí no la pude ver porque en la Alcaldía me dijeron que no tenían idea de dónde estaba”, señaló el chatarrero.

Al alcalde actual le queda ahora la tarea de recuperar los bienes e iniciar una investigación con el fin de determinar en qué momento esos vehículos perdieron partes importantes como los motores y otras piezas de valor. Y esperar que lo que falta aparezca, pues de otra manera lo que quedará en poder de la alcaldía no será más que lo que intentaron vender… pura chatarra.