Rodrigo Londoño, último jefe de la antigua guerrilla de las FARC y actual presidente del partido político Comunes, pidió al exmandatario Juan Manuel Santos (2010-2018) que interceda ante su sucesor, Iván Duque, para que se cumpla el acuerdo de paz que firmaron hace cuatro años.

"Presidente Santos, reúnase con el presidente Duque y con aquellos que generamos un acuerdo histórico. Hablemos de los desafíos dificilísimos que presenta. Unámonos", dice Londoño en una carta enviada a Santos, premio Nobel de la Paz 2016 por sus esfuerzos por acabar con el conflicto armado.

Londoño reclama constantemente al Gobierno colombiano un mayor grado de cumplimiento del acuerdo de paz que él y Santos firmaron el 24 de noviembre de 2016 para poner fin al conflicto armado de las FARC, y especialmente que se tomen acciones para detener el asesinato de exguerrilleros, que ya supera la cifra de 250.

"Presidente Santos, permítame decirle de entrada que si darnos la mano (al firmar la paz) fue importante, que no nos la soltemos es hoy vida o muerte para miles de nuestros compañeros", agrega el dirigente.

El exjefe guerrillero apela a la importancia que tuvo la firma del acuerdo de paz pues, asegura, "ese día usted se dio la mano con millones de colombianas y colombianos que dijeron basta a una guerra que nos desangró a todos".

"Hoy, para muchos de nosotros, el acuerdo de paz se parece más a la muerte que a la vida" asegura Londoño, por lo que añade: "Evitémoslo, por la paz, presidente Santos. ¡Evitemos esta masacre, ya, hoy mismo!".

En otro aparte de la carta Londoño dice que el presidente Duque "no puede darnos su mano, eso es un hecho", aduciendo diferencias ideológicas.

"Quizá sus propias manos estén atadas por influencias de agendas partidistas extremas, o sus manos estén paralizadas frente a tantas otras manos que secretamente promueven la guerra y añoran el espantoso pasado", sostiene.

Por último, el exjefe de la desmovilizada guerrilla de las FARC, hoy convertida en partido político, llama a dejar "atrás lo que está atrás" y a asumir "el rol esencial de la justicia".

EFE