El presidente Gustavo Petro dialogó este jueves con el presidente del Congreso, Roy Barreras, en un almuerzo de trabajo que se extendió durante unas tres horas en la propia Casa de Nariño, a partir de las 11 de la mañana.

El jefe de la bancada del Pacto Histórico en el Congreso sostuvo en su arribo a palacio que ese encuentro buscaba “cerrar filas en la defensa de la institucionalidad”. 

Barreras puntualizó: “En esta ocasión cerramos filas en defensa de la institucionalidad ante escenarios indeseables de inestabilidad”. 

En el encuentro también participó la jefe de despacho, Laura Sarabia.

Entre lo hablado entre Petro y Barreras está la posibilidad de citar a nuevas sesiones extraordinarias al Congreso para poder darle trámite a los grandes proyectos del Gobierno, como la Reforma a la Salud.

“Le he solicitado al señor presidente que en aras de recuperar el mes y medio de extras que se ha perdido recuperemos el tiempo y contemple la posibilidad de tener nuevas sesiones entre junio y julio con las reformas que el pueblo colombiano ha venido exigiendo”, dijo Roy.

El presidente del Congreso también se refirió a que con el Presidente tiene posiciones comunes y otras en las que hay desacuerdo. 

“Las líneas rojas y básicas que defendemos es privilegiar la estrategia de atención primaria, que la prevención de la enfermedad esté primero, garantizar el pago directo para que no haya intermediación de las EPS y eliminar la integración vertical del sistema de posición dominante. Y son elementos en los que nos ponemos de acuerdo, pero habrá que hacer un capítulo de transición para aprovechar los 30 años de experiencia en la salud”, agregó.

El tema de la ‘paz total’ también fue parte de las conversaciones entre Petro y Roy, y en el este último ha tenido varios reparos ya que aseguró en otra oportunidad que no se puede dialogar con narcotraficantes. También, se refirió a la carta de Salvatore Mancuso

“La posición es la misma cuando presenté el marco de la paz, la justicia transicional es para las insurgencias, para los paramilitares justicia y paz y para los delincuentes comunes es la justicia penal ordinaria; esas líneas son las únicas que permiten que no se desvirtuar y se mezclen en un salpicón manzanas envenenadas el proceso de la paz total. Hay una presunción en esa carta que es una negación del Estado porque supone que el estado fracasó en el control del territorio y creen que son sujetos políticos”.

Por último, el tema del narcotráfico también estuvo presente, “el fenómeno de guerra contra las drogas fracasado durante 60 años. Es una guerra ajena, externa inventada después del Vietnam con otros propósitos en los que solo el primer mundo consumidor encuentra soluciones a sus consumidores como la legalización. Los consumidores ponen la nariz y nosotros los muertos ahí hay una gran hipocresía universal”.