Las AUC se desmovilizaron en 2006, bajo el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
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Partidos y movimientos de izquierda denuncian el resurgimiento del paramilitarismo

En el último mes, estas organizaciones habrían asesinado a 28 personas.

 Una veintena de organizaciones colombianas de izquierda denunciaron hoy el resurgimiento de los grupos paramilitares en el país, que oficialmente se desmovilizaron en 2006 pero que, según sus registros, han asesinado a 28 personas en el último mes.

Los homicidios están recogidos en un informe presentado en Bogotá que suscriben, entre otros, el Partido Comunista Colombiano (PCC), la Cumbre Agraria, el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) y varios congresistas del Polo Democrático Alternativo (PDA).

En ese documento se refleja la muerte de 13 líderes sociales y de derechos humanos, en tanto que las 15 personas restantes "fueron asesinadas en el marco de las mal llamadas acciones de 'limpieza social' como parte de su estrategia de terror (de los paramilitares) y zozobra para controlar a las comunidades donde hacen presencia".

Los homicidios forman parte de las 54 agresiones totales contabilizadas en el último mes, una situación descrita como "absolutamente grave" por Soraya Gutiérrez, una de las portavoces del Movice.

"Obviamente nosotros sabemos que son estructuras paramilitares que nunca se desmovilizaron, que siguen actuando. A pesar de que el Gobierno lo trate de negar y las califique como simples bandas criminales nosotros hemos dicho son estructuras paramilitares con la misma forma de actuación", dijo Gutiérrez.

La organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) se disolvió oficialmente en 2006, durante la Presidencia de Álvaro Uribe (2002-2010), si bien en el último año organizaciones sociales y de derechos humanos han denunciado su resurgimiento bajo la figura de las bandas criminales, dispersas por todo el país.

Con respecto a la oleada de agresiones en el último mes, el colectivo de organizaciones considera que puede ser una respuesta a la expectativa de una posible firma de la paz para el 23 de marzo, algo ya prácticamente descartado, así como un eventual alto el fuego bilateral y definitivo entre el Gobierno y las FARC.

Otra posible razón que plantea el documento es "amedrentar al movimiento social, popular y de derechos humanos" frente al paro nacional programado para el próximo jueves.

Los ataques se han registrado en 14 departamentos de Colombia que "coinciden con las zonas prioritarias para la implementación del posconflicto", algo que, subraya Gutiérrez, "llama la atención".

A la presentación del documento asistió también Aída Avella, líder del partido de izquierdas Unión Patriótica (UP), que perdió a unos 4.000 de sus miembros asesinados por los paramilitares en los años ochenta.

"Todas las AUC están reactivadas en todo el país, y esto es muy grave", comentó Avella, quien pidió que no se vuelva a repetir el genocidio que sufrió su formación.

En esta línea, el colectivo de organizaciones solicitó a los negociadores de paz del Gobierno y las FARC la creación de una Comisión de Alto Nivel de Garantías de No Repetición "teniendo en cuenta la grave situación de riesgo que enfrentan las comunidades en los territorios".

Esa comisión identificará factores de riesgo, vigilará que el Estado cumpla sus obligaciones de protección y que se tomen todas las medidas necesarias para perseguir y desmontar el paramilitarismo.

Además, Avella anunció que esperan reunirse con el cuerpo diplomático extranjero para buscar su colaboración en la protección de los derechos humanos en las regiones.

"Vamos a visitar a todos los embajadores mañana mismo pero ya hemos tenido reunión con el embajador de Noruega y de Cuba, mañana con Canadá y así sucesivamente", apuntó.

EFE
 

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