El jueves fue un día políticamente simbólico en Santa Marta. La ciudad se convirtió en el epicentro de un encuentro doble: los diálogos nacionales del equipo de Gobierno de Gustavo Petro, próximo a posesionarse, y, por otro lado, el encuentro de los movimientos políticos del Pacto Histórico, que se congregaron en una especie de retiro programático para proyectar su gestión legislativa.

Paralelamente a la agenda política, el gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, había preparado un coctel que debía desarrollarse en la Quinta de San Pedro Alejandrino, pero no contó con que la agenda retrasada de Gustavo Petro alteraría el orden. El evento no se hizo y todo lo que prepararon se perdió.

En la Quinta de San Pedro Alejandrino había preparado un evento con tarima, espectáculos, dos grupos musicales, 2.500 picadas de camarones, mariscos y otros banquetes preparados para recibir a 500 personas, proyector de mapping, tarima, música, sonido, mesas vestidas, entre otras decoraciones dignas de un evento de primer nivel.

Aunque se esperaba que al final de la tarde comenzaran a llegar invitados, nunca llegó nadie distinto a la avanzada de seguridad de Gustavo Petro, que, desde temprano, revisaba minuciosamente a cualquier personal que ingresara, así fuera de la organización del evento.

Cuando eran las 7 de la noche, después de varias horas de espera, ya en la Quinta de San Pedro Alejandrino sabían que no iba a llevarse a cabo el evento, pues apenas Gustavo Petro hacía su arribo al evento principal que se hacía en el Hotel Estelar Santamar.

Así fue como decenas de personas de la logística y otros aspirantes comenzaron a exigir alimentación, y se ordenó entonces que se repartieran las picadas entre los asistentes.

Había tanta comida, que después de repartir empaques de icopor llenos de picadas, aún quedaba más de la mitad de la comida contratada, la cual, por orden de Diana Viveros (perteneciente a Fuerza Ciudadana), fue embarcada en unos vehículos y retirada del evento.

Seguimiento.co conoció que el contratista de parte de este evento fue Manteles y Cristales, una empresa que siempre suele contratar la Gobernación y la Alcaldía para sus eventos y para logística. Esta empresa facturaría más de 50 millones de pesos tan solo por alimentación y algunos montajes de decoración.

El valor que se perdió en este evento ascendería a mucho más, teniendo en cuenta todos los espectáculos programados, como el mapping, las tarimas, plantas eléctricas, y la música.

Todo este derroche se da en el Magdalena, tercer departamento con mayor pobreza de Colombia, y donde 140 mil niños que van a los colegios públicos fueron los únicos del país que no pudieron recibir un bocado de la alimentación escolar porque, supuestamente, no había recursos para esta contratación.

Aunque Carlos Caicedo, Gobernador del Magdalena, ha dicho que la alimentación escolar no se les entregó a los niños por un bloqueo de Duque, lo cierto es que medios nacionales, así como Seguimiento.co, han demostrado que el gobernador sí tenía recursos propios para contratar el PAE, pero no lo materializó.

Derroche en eventos políticos y ausencia de la alimentación de los niños en el Magdalena; un contraste difícil de asimilar.