La sociedad colombiana comenzó hoy a recopilar sus propuestas para implementar la paz.
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La sociedad colombiana comienza a recopilar ideas para implementar la paz

Durante los próximos dos días unas 700 personas representativas de la ciudadanía buscarán en el Hotel Tequendama de Bogotá propuestas creativas e innovadoras para instaurar el alto el fuego bilateral y definitivo.

La sociedad colombiana comenzó hoy a recopilar sus propuestas para implementar la paz que el Gobierno y las FARC esperan firmar en menos de 50 días, tarea en la que, apuntan, debe primar el reconocimiento y respeto a la diversidad para hacer un proceso inclusivo.

Durante los próximos dos días unas 700 personas representativas de la ciudadanía buscarán en el Hotel Tequendama de Bogotá propuestas creativas e innovadoras para instaurar el alto el fuego bilateral y definitivo, lograr que los excombatientes se integren en la vida civil y que se implemente la paz en el país.

Estos son los principales temas que faltan por acordar para firmar la paz y que actualmente discuten los negociadores, que pidieron a la ONU y la estatal Universidad Nacional (UN) que organizasen un foro para recoger propuestas.

Aunque Naciones Unidas y la UN tienen sobrada experiencia en estas convocatorias pues ya organizaron otros cuatro foros para aglutinar ideas de la sociedad sobre los restantes apartados de la agenda para firmar la paz, esta cita, afirman, es diferente porque el reto es mayor.

"La tarea que asumen en este foro es de particular complejidad. Los temas restantes son altamente técnicos, complejos, pero también son temas que requieren soluciones innovadoras y sobre todo prácticas", aseguró el coordinador residente de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild.

Y es que, como resaltó Hochschild, "el mejor acuerdo de la historia no vale mucho si se queda en lo escrito", por lo que, agregó, "en la medida que los acuerdos no se implementan, la sostenibilidad de la paz es más frágil, por eso la implementación es el verdadero desafío".

Organizaciones de víctimas, indígenas, afrodescendientes, partidos políticos, organizaciones de exmilitares y población reintegrada, entre otros, forman parte de esta conversación, en la que piden que se tenga en un cuenta su diversidad cuando la paz llegue a los territorios.

"Como indígenas hemos sido considerados actores de paz, una de las grandes propuestas es que el Gobierno y todo este andamiaje tenga en cuenta a las organizaciones de base, porque desde ahí es que se construye la paz, ya que nosotros conocemos el perfil de nuestro territorio y los actores armados que han estado", dijo a Efe Israel Manuel Aguilar, cacique mayor de la etnia Zenú en el norte del país.

Aguilar, que está coordinando ideas con organizaciones de afrodescendientes, se opondrá además a la posibilidad de que los territorios de concentración de las FARC para dejar las armas incluyan zonas de resguardo indígena, ya que esto, considera, violaría su soberanía.

Mientras, Francisca Benítez, afrodescendiente originaria del selvático departamento del Chocó, en la costa del Pacífico, propondrá en su mesa de trabajo que "se tenga en cuenta más la participación y derechos de las mujeres", ya que pese a ser la mitad de la población no se las tiene en cuenta a la hora de tomar decisiones, según denuncia.

"Que siempre nosotras estemos en primer lugar, equitativamente con los hombres, para tomar decisiones", subrayó antes de participar en los grupos cerrados de trabajo, compuestos por un máximo de 50 personas.

Antes de iniciarse esta dinámica de trabajo los asistentes oyeron voces de la experiencia, como la de la diputada salvadoreña Nidia Díaz, exnegociadora de paz de la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Díaz, que tuvo "45 años de militancia" en el FMLN y llegó a ser candidata a la vicepresidencia en 1999, celebró que en el proceso con las FARC se haya incluido un enfoque de género que ni siquiera se planteó en El Salvador.

Por otro lado, consideró que se debe tener en cuenta la creación de un mecanismo que ayude a resolver a través del diálogo los problemas que puedan surgir entre las partes tras la firma del acuerdo de paz.

EFE

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