La desaprobación de Duque: cuando la opinión ciudadana no es tenida en cuenta
El 70% de desaprobación es una tendencia dura de echar atrás.
No solo son las encuestas; también es la percepción. El país se sorprendió hace un par de días con la encuesta de Invamer y el 70% de desaprobación del Presidente Iván Duque, pero él no es el único que ha experimentado la sensación que todos los colombianos están en su contra y que solo unos pocos aprueban su estilo de gobernar.
Al comienzo del mandato de Duque, quienes votaron por él pensaron que era muy fácil pasar de un gobierno, que en propias palabras de los uribistas le había entregado el país a la guerrilla, tras el acuerdo de paz; a uno que iba ahora de verdad a gobernar al país para todos los colombianos, pero la realidad sobrepasó los sueños, y las expectativas de una Colombia mejor se desvanecen con los números de las encuestadoras.
La imagen negativa del presidente Duque, contradictoriamente, es diferente a la de su mentor Álvaro Uribe, que arribó en su primer año de gobierno con una popularidad, favorabilidad y aprobación del 72% y terminó con un 74%, aproximadamente, en su octavo año de gobierno, y obtuvo un 86%, el porcentaje más alto alcanzado por un mandatario colombiano en los últimos 30 años.
Sin embargo, Duque no es el presidente que registra el porcentaje más alto de impopularidad: el expresidente Andrés Pastrana tiene el de 74% de desaprobación en el 2001 a su gestión, porcentaje que nunca alcanzó su antecesor Ernesto Samper, pese a las críticas, con un 58%, en 1998, y Juan Manuel Santos, con un 73% en el año 2018.
¿Qué pasa con las cifras en el gobierno Duque?
Para el analista político Ángel Tuirán Sarmiento, “la alta desaprobación del gobierno Duque, obedece principalmente a la falta de un proyecto claro, del que la ciudadanía pueda apropiarse, y donde se puedan mostrar resultados tangibles año tras año”.
Tuirán Sarmiento es doctor en Derecho Publico de Université Grenoble Alpes (Francia) y Profesor e investigador del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte.
Para el investigador, “las últimas acciones de gobierno no han tenido en cuenta las demandas expresadas en las movilizaciones sociales que vive el país, aumentando aún más el descontento ciudadano”.
El gobernar dando la espalda a la ciudadanía cobra tarde que temprano cuentas. La falta de un proyecto claro es acompañada de una ausencia de estilo propio, donde pesan más los compromisos de quienes lo apoyaron en su partido, que las ganas de renovar y gobernar con su criterio.
La agenda impuesta, la agenda propia y la agenda de la ciudadanía parecen nunca encontrarse y son ruedas sueltas en un país que busca equilibrio en una Latinoamérica más crítica y llena de reclamos históricos, del cual es difícil desmarcarse.
Sobre las cifras, para Tuirán Sarmiento, “las encuestas de aprobación son una de las herramientas con las que cuenta tanto el gobierno como la ciudadana, para evaluar la aceptación de las políticas públicas llevadas a cabo por las autoridades, no hay que olvidar que en sistemas democráticos, la opinión ciudadana debe ser tenida en cuenta al momento de construir e implementar políticas públicas”.
Hay mucho trabajo para el gobierno de Iván Duque para mejorar las cifras. No será fácil cambiar la tendencia del 24% de aprobación, con el que termina el 2019. Está en sus manos el cambiar o mejorar estas cifras, con un gobierno que escuche, dialogue y valore la opinión de sus ciudadanos.